Con total desparpajo se ha sostenido que la aceptación por parte de Martinez, Astori y Mujica, de que la situación en Venezuela se ha tornado en dictadura es por una motivación electoral: “maniobra electoral” han denunciado a los gritos. Como si el contundente Informe Bachelet fuese más de lo mismo. En todo caso –dictadura o no- el tema es cómo se sale y allí queda claro que la posición del gobierno uruguayo ha sido buscar una salida pacífica, negociada, en la cual ha tratado de servir de puente. Dificilmente sirvas de puente si de antemano rotulás(aún con derecho)a una de las partes como dictadura. Esa actitud del gobierno ha posibilitado, por ejemplo, la actuación de nuestro compatriota Enrique Iglesias buscando una solución. Y esa es la gran diferencia del gobierno con la oposición. Al gobierno le interesa ayudar a solucionar el problema de Venezuela. A la oposición le sirve todo aquello que pueda dañar al FA para octubre. Por eso les cayó muy mal las expresiones de nuestros dirigentes. Y así lo hicieron saber repetidas veces cada vez que la lluvia de micrófonos –una vez más- se abrió ante ellos. Esa es la verdad y se ve en todos los temas que se tiran en la mesa a diario y desde hace muchos años. El FA es primero culpable siempre(a veces lo es). Después tendrá que defender su inocencia como pueda. Los micrófonos vendrán rápido a buscar las explicaciones que -cualesquiera sean- siempre tendrán alguno que repregunte con cara de desconfiado una y otra vez. La roña se busca mayoritariamente hacia un solo lado.
¿ES UN COMPLOT?
No se necesita. La asimetría ya está tan naturalizada que ni nos sorprende. Ni siquiera a los propios frenteamplistas. Todos nos hemos acostumbrado a estos roles: partidos, dirigentes, medios, unos cuantos periodistas y analistas. Incluso ni es necesaria la censura, porque cada uno sabe de antemano cómo funciona, según para quien trabaje. Alguno dirá: “pero ustedes hacen lo mismo desde medios pro frenteamplistas”. No todos, pero aún así, sacá la cuenta de cuántos medios de izquierda hay y qué poder tienen…
“MANIOBRAS ELECTORALES”
Cuando Martínez se tomó seis días para designar su vice se hizo una telenovela. Que esto, que aquello, que “pobre Carolina”. Cuando Talvi se tomó muchos más días, cuando se sacó de encima a Sanguinetti, nadie dijo nada. Po suerte hoy hay archivo de todo y se puede medir y comparar.
Allí no fue “maniobra electoral”, fue sólo estrategia política… Ahora que Talvi le bajó el pulgar a Bordaberry porque le espanta los votos que pueden venir de “la izquierda desencantada”, chau Pedro. Pero no es “maniobra electoral”, es estrategia política….Ahora que Sanguinetti le bajó el pulgar a Pedro porque le sacaría votos a su sector, chau Pedro. Como antes protestó por la aparición de Cabildo Abierto porque le sacaba votos a su sector. ¿Maniobra electoral o principios…? ¿Si es en la oposición, todo vale?
LACALLE Y SARTORI
Lacalle hizo la plancha con Sartori. Se sabía líder del Partido y de la oposición no dijo una palabra de Sartori. Dejó que Larrañaga y los intendentes se desgastaran al combatirlo. Lacalle y Sartori –por lejos- fueron los que más gastaron en publicidad televisiva y desde muy temprano. Resultado: se armó un cuco de Sartori atrayendo a la ciudadanía a votar dentro del P. Nacional para “evitar…”. Lacalle creció muchísimo para ganarle al “cuco”, a expensas de Larrañaga y los intendentes. ¿Maniobra electoral o estrategia política? Hoy, Lacalle sigue sin decir una palabra sobe Sartori porque sabe que necesita sus votos para octubre y noviembre.
LA IRRESISTIBLE ASCENSIÓN…
¿Y por qué Talvi fue el único furibundo crítico extrapartidario de Sartori? Porque era la mejor forma de poner el dedo en la llaga del líder de la oposición, Lacalle. ¿Por qué Talvi comenzó lejos y aún en contra del Partido Colorado? Desde un sector que llamó Ciudadanos para atraer gente fuera de su Partido a sus filas.
“Ciudadanos” del que –por ahora- sólo se conocen a él, a Ney Castillo y a Silva…Después vio que eso no era posible y se volvió un poco batllista y aceptó el “establishment”, pero le bajó el pulgar a Sanguinetti y a Bordaberry, porque aspira a sacarle muchos votos al FA. Es más, Talvi ha demostrado ser un político muy astuto y con gran determinación a pesar de su inexperiencia. El dice que aspira a la segunda vuelta. Difícil ganarle ese lugar al Partido Nacional hoy, pero tal vez lo que está buscando es ganarle ese lugar al FA para en noviembre – con los votos que le quedaron al FA en octubre-, ganarle a Lacalle y llegar a Presidente de la nada. No fue casualidad que en los últimos días de las internas Talvi expresó varias veces que contaría con ministros y dirigentes frenteamplistas “moderados” en una presidencia suya… Todo esto ha sido tratado con guante blanco por parte de los grandes medios, en cambio al FA no se le perdona una. Por supuesto que hemos cometido errores, pero todavía es muy desigual la vara con que se mide a unos y a otros.
“LAS PENAS SON DE NOSOTROS…”
En 1986, desde el semanario Las Bases, en plena juntada de firmas contra la Ley de Caducidad, organizamos un seguimiento cronometrado, durante dos semanas, de los 4 informativos de televisión, sobre el tiempo dedicado a quienes estaban a favor o en contra. Lo publicamos día a día, cronometrado, a cada canal. El promedio dio 7 a 1 a favor de los que defendían la ley. Por supuesto que en ese momento la respuesta fue que “fomentábamos el odio y la división de los uruguayos…”
Acá lo que queda claro es que lo que le importa a la oposición, a los directorios de los grandes medios, a las cámaras empresariales, es sacar al FA del gobierno. Tienen todo el derecho a quererlo y a luchar legítimamente por ello, pero no “como sea…” Lamentablemente por este camino estamos alejando la posibilidad de acuerdos en los grandes temas nacionales y en una convivencia pacífica y democrática después, gane quien gane. Que eso, es mayoritariamente lo que la ciudadanía quiere y con razón. Encarar juntos –“todos los orientales honestos”- la inseguridad, el trabajo, la exclusión social, la educación. No es lo que viene sucediendo. Cometemos errores sí, pero no nos chupemos el dedo tampoco…
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