Existe un deporte que se realiza desde épocas milenarias y para muchos es una buena manera de liberar energías y demostrar buena fuerza y destreza, si bien algunos no lo ven como juego y cuestionan su ejecución.
La lucha libre profesional (Pro Wrestling en inglés o Catch en España)es un deporte de entretenimiento en forma de performance que combina disciplinas de combate y artes escénicas, basándose en ellas para representar combates cuerpo a cuerpo, por lo general con historias y rivalidades que enfrentan a los heel (o rudos) y a los face (o técnicos), siendo los primeros quienes representan al villano/a, y los segundos al héroe/heroína. Quienes escriben las rivalidades y planean los combates son denominados bookers, y a pesar de ser los que desarrollan prácticamente todo el show, la coreografía de combate no es hecha por ellos, sino por los mismos luchadores.
Cada participante intenta derrotar a su rival sin el uso de golpes: el objetivo consiste en ganar el combate haciendo caer al oponente al suelo y manteniendo ambos hombros del rival fijos sobre el tapiz el tiempo suficiente para que el árbitro se cerciore de esto, o ganando por puntuación mediante la valoración de las técnicas y acciones conseguidas sobre el adversario.
Y precisamente, la lucha olímpica es uno de los deportes más antiguos de la humanidad. Su historia no se da en un determinado sitio, puesto que han considerado que todos los pueblos han tenido que ver con esta actividad, ya sea, por sobrevivir, alimentarse, entre otras cosas.
La lucha libre ha sido popular desde las primeras civilizaciones históricas y existen documentos que así lo atestiguan. Los egipcios y babilonios representaron en relieves a luchadores que usaban la mayoría de las presas que se conocen en el deporte moderno. También refería a connotaciones culturales: por ejemplo, los griegos consideraban a Hércules como el maestro y a Hermes como el dios de la lucha.
En la antigüedad, la competición de lucha libre, brutal en muchos aspectos, era la prueba máxima de los Juegos Olímpicos. Los romanos adaptaron la lucha griega, eliminando algunos de sus aspectos más brutales y añadiendo otros nuevos. Japón tiene una tradición de lucha libre que se remonta a más de 2.000 años.
En la edad media, siguió siendo popular y recibió el patrocinio de muchas casas reales, como las de Inglaterra, Francia y Japón. En Inglaterra se desarrollaron variantes parecidas en una serie de estilos regionales, como Devon y Cornualles, Cumberland y Westmoreland, y Lancashire. En América la introdujeron los primeros colonos, aunque encontraron que la lucha libre era ya popular entre los pueblos indígenas americanos. El estilo libre permanece en Estados Unidos y se practica con algunas modificaciones.
Durante el siglo XIX, la lucha libre amateur fue uno de los deportes preferidos en las áreas rurales y la lucha profesional comenzó a hacerse muy popular. En Europa se extendió durante el siglo XIX y se conoció en países más lejanos, como en el caso de Mongolia, que tiene una larga tradición de lucha libre. India y Pakistán han dado muchos luchadores notables. Otros países también han desarrollado estilos distintos: en Suiza, en Islandia, en Rusia, sambo; en Turquía, yagli, y en España la lucha canaria y la lucha leonesa.
Posteriormente, en los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna celebrados en 1896 se incluyó una división abierta a todos los pesos; la prueba la ganó el alemán Carl Schuhmann, que sorprendentemente medía sólo 1,57 m de altura. El estilo libre se introdujo por primera vez en los Juegos Olímpicos de 1904. En 1904 se celebraron en Viena, Austria, unos campeonatos del mundo oficiosos de lucha grecorromana, pero el primer campeonato del Mundo oficial se celebró en Helsinki en 1921; hubo otro campeonato en 1922, pero ninguno más hasta 1950. Desde entonces, se convocan de forma regular (ahora anualmente), en años no olímpicos. El primer campeonato de estilo libre se celebró en 1951 en Helsinki, Finlandia. Una gran mayoría de campeones de lucha proceden de Bulgaria, Finlandia, Hungría, Irán, Japón, la antigua Unión Soviética, Suecia, Turquía y Estados Unidos. Los luchadores japoneses tienen más éxito en las categorías menos pesadas y sus habilidades deben mucho a las artes marciales, especialmente al judo y al sumo.
Es necesario destacar que el término “libre” que denomina a la modalidad se refiere en que, a diferencia de la lucha grecorromana donde no se puede utilizar activamente las piernas ni atacar las del rival, en la lucha libre las piernas son un elemento más del ataque y la defensa, es decir no hay restricciones. Por otra parte el término «olímpica» se utiliza para diferenciarla de la lucha libre americana, también conocida como lucha libre profesional.
Cada combate consiste en dos asaltos de tres minutos de duración, con una pausa de 30 segundos. Si hay empate una vez concluido este tiempo, o si ninguno de los dos contendientes se ha anotado tres puntos, se añaden tres minutos adicionales. Si, una vez concluidos estos tres minutos, persiste el empate o ninguno de los dos se ha anotado tres puntos, el árbitro, el juez y el jefe de la lona votan por mayoría para decidir el ganador. Los factores que se toman en consideración son el número de puntos obtenido por cada luchador y el número de advertencias por pasividad. Por lo general, el deportista con la mayor cantidad de puntos técnicos se alza con la victoria. La lucha libre en un deporte del cual tenemos mucho que aprender.
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