Que hermosa profesión es el periodismo y la rama de investigación
que nunca llegué a practicar, debe ser la más maravillosa de todas.
La historia muestra innumerables ejemplos de cronistas destacados
Emile Zolá, Dorothy Lawrence, Victor Hugo, Emilia Pardo Bazán,
John Reed, Nellie Bly, Mariano José de Larra, Ernest Hemingway,
Gerda Taro y Endre Friedman (Robert Capa), Truman Capote,
Oriana Fallaci, Tom Wolfe, Ryszard Kapuscinski, Rodolfo Walsh,
Joseph Pulitzer, Andrew Jenings, Jan Guillou, Arnold Evans,
Gabriel García Márquez, Bob Woodward, Carl Bernstein, John
Hersey, el grupo Spotlight del diario Boston Globe, Gunter Wallraff,
Lowell Bergman y muchos más que han dejado su huella personal.
Como se aprende leyendo una y otra vez el trabajo de esos genios.
Hoy las reglas parecen haber cambiado y la urgencia de publicar
hace que muchas veces se deje de lado el trabajo serio y profundo.
Los dueños de los medios no invierten para solventar el tiempo y
esfuerzo que requiere encarar un tema a fondo, no es rentable.
Las redes sociales y los “clickbaits” dominan la agenda mediática.
Y a muchos profesionales de la comunicación los obnubilan los
quince minutos de fama y el largar una primicia que dura segundos.
Un periodismo solamente basado en chats tiene mucho impacto
seguramente, pero dista mucho de ser una noticia que permanezca.
La única cuestión que un periodista debe cuidar a muerte es su
credibilidad, que lleva años construir y minutos en hacerse polvo.
Y no confundirse de rol, somos simples megáfonos de los hechos.
Una vez me dijo Danilo Arbilla, que algo de periodismo sabe: “los
periodistas, podemos ver a los protagonistas en calzoncillos,
siempre estamos en primera fila, pero nunca arriba del escenario”.
Y cuando la fama te roza, no es difícil que te tragues el personaje.
Pero es imperioso recordar que te podrá gustar el carnaval, que te
podrás aprender toda la letra de los Zíngaros o de Momosapiens,
pero los que se cantan, bailan y se suben al tablado son ellos.
Y que hay un a hilo muy delgado entre el periodismo y el parodismo
Alfredo García
POR MÁS PERIODISMO, APOYÁ VOCES
Nunca negamos nuestra línea editorial, pero tenemos un dogma: la absoluta amplitud para publicar a todos los que piensan diferente. Mantuvimos la independencia de partidos o gobiernos y nunca respondimos a intereses corporativos de ningún tipo de ideología. Hablemos claro, como siempre: necesitamos ayuda para sobrevivir.
Todas las semanas imprimimos 2500 ejemplares y vamos colgando en nuestra web todas las notas que son de libre acceso sin límite. Decenas de miles, nos leen en forma digital cada semana. No vamos a hacer suscripciones ni restringir nuestros contenidos.
Pensamos que el periodismo igual que la libertad, debe ser libre. Y es por eso que lanzamos una campaña de apoyo financiero y esperamos tu aporte solidario.
Si alguna vez te hicimos pensar con una nota, apoyá a VOCES.
Si muchas veces te enojaste con una opinión, apoyá a VOCES.
Si en alguna ocasión te encantó una entrevista, apoyá a VOCES.
Si encontraste algo novedoso en nuestras páginas, apoyá a VOCES
Si creés que la información confiable y el debate de ideas son fundamentales para tener una democracia plena, contá con VOCES.
Sin ti, no es posible el periodismo independiente; contamos contigo.
Conozca aquí las opciones de apoyo.