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Redes sociales:  Encuentros y desencuentros por Cristina Morán

Redes sociales:  Encuentros y desencuentros por Cristina Morán
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La tecnología móvil ha traído muchos cambios a nuestras vidas. En general, felizmente, positivos, y entre ellos una puede detenerse, por ejemplo, en la inmediatez de las comunicaciones y lo sencillo que es: encendido el celular es hacer un “click” (el sonido es a gusto del consumidor) y te vas a encontrar con la sonrisa de tu hija o tu nieto o tu amiga del alma que un día se marchó en busca de otras oportunidades con el desafío de experimentar la orfandad de los afectos y sobreponerse a la distancia, a la soledad de los comienzos, a los silencios de su nuevo hogar en el nuevo país. Llegaron los “influencers”, los “blogueros”, “los instagrameros”, “los tuiteros”. Comenzamos a conocer y a familiarizarnos con las distintas “generaciones”: “Baby Boomers”,  “Milenial”; “Generación silenciosa” llamada así en referencia a los niños nacidos en la post guerra. Podríamos seguir, pero nos detenemos aquí porque una quiere pasar a lo que da título a esta columna o sea “redes sociales: encuentros y desencuentros”. Sobre lo que se dicen (se escriben o se hablan), me entero por los medios tradicionales, generalmente en formato digital, y no salgo de mi asombro. La senadora “tuitera” no tiene paz. SI se siente o se  sabe atacada ata tiene la respuesta siempre a mano, es  decir, en su pensamiento que rápidamente baja a los dedos y de los dedos al teclado y de ahí sale disparado al destinatario o es su palabra lanzada con efecto cortante al otro, que también es rápido  y ahí surge el desencuentro (o como lo llaman en las propias redes el “cruce”) entre la señora y el caballero publicista teniendo como punto de partida, en este caso, la campaña sobre el próximo referéndum donde aparece, según ella, un gaucho “trucho” que el “publicista lo hace hablar”  en contra sobre el aumento de la edad de la jubilación y  dice que “la edad de 65 años la defendemos todos los trabajadores porque hoy el promedio de vida supera los 75 años”. Entonces, ella, luego de esto y de tratarlo de “sátrapa”, aseguró: “así lo hacen los países desarrollados y los uruguayos que vivimos de nuestro trabajo y “no de negocios oscuros a los que vos estás acostumbrado” (¡¡!!¿¿??oh!!¡ah!¡ hum!”) Entonces, el publicista, respondió con la frase dicha por la señora que pasó a jugarle en contra: “Lo peor viene después del 27 de marzo”.  Claro que los desencuentros no terminan con el publicista porque aparece una joven periodista que un día fue desvinculada de canal 5 y ha vuelto a trabajar siempre con el estilo muy frontal que algunos problemas le trajo pero es su estilo y lo defiende al no abandonarlo y ponerlo en práctica en entrevistas como la que hizo con el ministro de Educación y Cultura con un par de preguntas fuertes (al menos para la señora senadora) que rápidamente hizo conocer su opinión a la periodista: “ “Una verdadera atrevida. Ya pasas de la raya: haces aseveraciones iguales a los sindicatos en lugar de preguntar. Periodismo militante no es periodismo”. Esta columnista tiene una opinión muy formada sobre estos “dimes y diretes” o “cruces” o “encuentros y desencuentros” que se dan en las redes sociales y, según opinión de expertos, especialmente en twiter.  Es de esperar que bajen los decibeles porque la agresividad que demuestran no es propia de parlamentarios que están ocupando ese lugar porque hubo gente que, con sus votos los puso ahí. Y lo tengan asumido o no, ustedes, son referentes. Espero que todo esto la senadora no ”se lo pase por las partes” (tal cual se expresó en las redes) como, según ella, hizo el FA con dos referéndums. Es todo por hoy. Hasta la próxima. Que seas feliz. Y no dejes entrar al viejo.

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Cristina Moran En 1948 comienza su actividad en CX 16 Radio Carve. En el año 1956 forma parte del grupo de pioneros que da inicio a las transmisiones de Televisión en Uruguay, a través de Saeta TV Canal 10. En 1968 comienza en Canal 10 su programa Domingos Continuados que cierra el ciclo 20 años más tarde. En los ´80 se integra a los movimientos de mujeres y participa en el congreso “La situación de la Mujer en América Latina y el Caribe” celebrado en Cuba y en 1987 viaja a la entonces Unión Soviética junto a 23 compatriotas convocadas por el Congreso Mundial de Mujeres. En teatro actuó en varias obras como: “Mi suegra es una fiera”. “ El Avaro”, “¿Dónde está Miusoff?”, “La pecera”, “Homu Calvus”, “Estimada señorita Consuelo” ,“Los cálices vacíos”, “Ocho mujeres”, “Jardín de otoño”, “Candombe al sur”, “Mujeres en el armario”, “Orinoco”, “A la deriva”, “Steel magnolias”, “Sus ojos se cerraron ”, “Las preciosas ridículas”, “La dulce historia de Florinda Flores”, “La Morán se confiesa”. Es colaboradora de Semanario Voces con su columna Rememorando.