La izquierda uruguaya tiene un historial de tendencias y visiones
diferentes desde hace más de cien años y continúa hasta hoy.
Como olvidar a anarcos, socialistas, comunistas o nacionalistas.
Vivimos muchas contradicciones internas: revolucionarios y
reformistas, moderados y radicales, ortodoxos y renovadores,
socialdemócratas y ultras, fueron las diversas categorías usadas.
Hubo mucha lucha ideológica y diversas políticas de alianzas.
Se mezcló mucho todo, y los adversarios de otrora se volvieron
aliados de ocasión en distintas oportunidades para lograr objetivos.
Recuerdo la alianza tácita del MPP y el PCU contra Astori en 2009.
Que luego impidió candidatura de Martínez a la intendencia de
Montevideo poniendo en 2010 como candidata única a Ana Olivera.
En 2019 el MPP llevó a Carolina Cosse y el PCU a Oscar Andrade
Pero en las departamentales de Montevideo de 2020 Cosse pidió
pase para el PCU, mientras que el MPP postuló a Álvaro Villar.
Y así llegamos a las internas de este año donde la contienda se
polariza entre Orsi y Cosse, dejando muy atrás a Mario Bergara.
Las dos estructuras más fuertes del FA medirán fuerzas en junio.
Se resucita la vieja dicotomía de los 70 entre una concepción
partidista aferrada a dogmas históricos y la alternativa movimientista
de un pragmatismo brutal que actúa con cabeza libre de ortodoxia.
Alguno podrá creer el verso de que el programa es el candidato.
Pero todos sabemos que las diferencias entre candidatos importan.
Y que es necesario el debate interno para motivar el voto frentista.
Acá no se trata de la blandura o dureza de los postulantes, sino que
hay que tener en cuenta quien apuesta al plan colectivo y quien
apunta a un proyecto personal para llegar a posiciones de poder.
No olvidemos que, para ganar las elecciones, necesitamos a los
que votaron a la coalición y para lograrlo hay que tender puentes.
Estoy convencido que el sentido común de los frentistas de a pie,
los “fasecas” de antes, los independientes de siempre, va primar el
próximo junio, llenando de votos las urnas y votando al único
candidato que nos garantiza un futuro gobierno del Frente Amplio.
Alfredo García
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