Dentro de tres días asume el nuevo gobierno de la república.
Quedan atrás quince años de lo que se denominó la era progresista
¿Qué se puede esperar del Frente Amplio de aquí en más?
A primera vista, considero que hay tres elementos a tener en cuenta
¿Cómo se va a parar la izquierda en su nuevo rol de oposición?
¿Será acérrima enemiga del gobierno impulsando enfrentamientos?
¿Se buscará acentuar el maniqueísmo de buenos y malos?
¿Tenderá puentes buscando acuerdo para políticas de Estado?
Es deseable que el gobernar tres periodos haya sido un aprendizaje
En segundo lugar, corresponde hacer un balance de la derrota.
¿Se trata de buscar chivos expiatorios en la interna del Frente?
¿Qué errores se cometieron para que medio país no nos votara?
¿Se pecó de soberbia? ¿Se creyó que se arregla todo con guita?
¿No se visualizó claramente las necesidades de mucha gente?
¿Subestimamos a la oposición y a su candidato a presidente?
¿La campaña electoral puede hacer perder la elección?
Ojalá se logre realizar una autocrítica a fondo, es imprescindible.
Y, por último, ¿qué va a hacer la fuerza política de aquí en más?
¿No resulta insoslayable una reestructura de la interna partidaria?
¿Qué modelo de país se va a elaborar para dentro de cinco años?
¿Cómo se resuelve la renovación generacional de los liderazgos?
¿Cuáles son los nuevos paradigmas de la izquierda uruguaya?
¿Qué análisis de clase y de política de alianzas se va a realizar?
¿Cuánto pesarán las organizaciones sociales en el futuro?
¿Corre riesgo de fractura el Frente Amplio a corto plazo?
¿Se revalorizará a la sociedad civil en un modelo más democrático?
Hay muchas interrogantes y más tareas pendientes por resolver.
Que las urgencias opositoras no nos hagan olvidar cuestiones
importantes, porque de lo contrario el modelo de izquierda nacional
va a tener serias dificultades para levantar cabeza y rearmarse.
¡Ojo! El cuanto peor, mejor, es profundamente reaccionario.
Y hay mucha gente que no se merece la desaparición del Frente.
Como dijo alguien hace tiempo:
“Se precisan las derrotas para purificarse,
porque el tamaño del árbol se ve en el suelo”
Alfredo García
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