“…porque la noticia no es noticia, hace años que esto circulaba en ambientes periodísticos y culturales. Incluso un periodista de El País se lo comentó a este autor a poco de la muerte de Daniel Viglietti, pero se entendió que era algo viejo, que no venía al caso, y que todavía toda la intelectualidad progre se nos iba a tirar en contra por lanzar esa noticia cuando el tipo no podía defenderse. Pero la noticia terminó por circular, y confirma que Viglietti habría abusado de una sobrina de 10 años, y que parte de la familia, así como el establishment culturoso nacional, conspiraron para taparla. Tal vez eso sea lo más interesante de esta inmundicia. Por un lado, como la progresía cultural tiene a elevar a sus ídolos artísticos a un panteón moral, más que profesional. Como si fueran referentes no por su arte, si no por una especie de estatura moral superior. Cosa que en este caso ya sabemos no fue así, dejando bastante “pegados” a quienes endiosaron a un cantante por sus ideas políticas. Por otro, el doble discurso que maneja esa misma progresía a la hora de juzgar hechos moralmente aberrantes, según el autor sea “del palo”, o esbirro del imperialismo neoliberal vendepatria.” Martín Aguirre
Antes que nada, debo darle la razón a los que me acusan de vivir
en Disneylandia, porque nunca había escuchado esto sobre Viglietti
Pero la cuestión acá, es que concepción tenemos del periodismo.
¿Qué debe hacer un medio al enterarse de una noticia incómoda?
Una vez confirmada cabalmente, sin ningún tipo de dudas: difundirla
Si sopesamos los posibles ataques de los que se pueden ver
afectados y callamos, deberíamos dedicarnos a otra actividad.
Si para preservarnos del linchamiento hacemos silencio, le
hacemos el juego a grupos de poder y eso no es periodismo.
Con este tipo de actitud, esta bravo hablar de doble discurso.
Hablar permanente de la concepción “progre” y luego arrugar
dejando de criticar a uno de sus iconos, huele a cobardía.
Creo que en esta situación derrapó mal, mi amigo Martín.
De nuestra parte solo resta decir, que nosotros no barremos nunca
debajo de la alfombra, duela a quien duela y caiga quien caiga.
Avisa a todos los compañeros pronto, avisa a todos los
compañeros: La verdad es siempre revolucionaria.
Alfredo García