Hoy empieza el Congreso de la organización sindical uruguaya: PIT-CNT.
Durante tres días, los delegados de centenas de miles de trabajadores
van a analizar diversos documentos y elegir sus nuevas autoridades.
Sin lugar a dudas, van a haber ásperas discusiones de las diversas tendencias
que actúan en los sindicatos y esperemos que se puedan llevar a buen término.
El resto de la sociedad mirará lo que acontece en este Congreso, que lleva nada menos, que
el nombre de un ícono de la dirigencia sindical de nuestro país: Wladimir Turiansky.
Ahora bien, que podemos aspirar que suceda en este importante encuentro de laburantes.
Nos gustaría ver una preocupación por el futuro del trabajo amenazado por la tecnología.
Sería bueno que se tome en cuenta la situación de los miles de quince mil pesistas.
Ojalá se decida apostar a una mejor distribución del ingreso de los más sumergidos.
Veríamos como positivo la reivindicación de la ética del trabajo y la condena del atorrante.
Esperamos se deje de lado la visión economicista como reivindicación principal de los gremios.
Nos encantaría ver paridad de género en la mesa representativa y en el secretariado del PIT.
No estaría mal que se desterrara la profesionalización de los militantes gremiales, que va en
contra de la vieja tradición sindical uruguaya: el mejor dirigente es el mejor trabajador.
Sería oportuno que los cargos de dirección se distribuyan por la importancia de los sindicatos y
no para contemplar a diversas fracciones político sindicales, muchas veces minúsculas.
En definitiva, este Congreso tiene una enorme tarea por delante para resolver muchas
asignaturas pendientes que no se han encarado de la manera adecuada en los últimos años.
El Congreso no puede volverse un campo de batalla de tendencias para conservar sus chacras.
El Congreso no puede legitimar dirigentes que carecen de ética en su práctica sindical.
El Congreso debe ser un instrumento para fortalecer más aún al movimiento obrero.
Esperemos que los delegados estén a la altura del entrañable compañero Turiansky.
Alfredo García
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