Desde hace mucho tiempo o mejor dicho, desde siempre esta columnista ha tratado y trata de ser una persona lo más informada posible, porque entiende que sin tener conocimiento de lo que ocurre, al menos en su entorno, pasaría al rango de ignorante o desinformada de la realidad del mundo en el que está inmersa. Esto incluye el derecho a opinar, a decir sin tapujos (no necesita de ellos) lo que piensa o siente frente a hechos que llegan a preocuparla tal vez mucho más de lo que el o los temas lo ameritan, pero ella es así y llega un momento de la vida en que activar la “perilla” de un cambio de estilo o de ver las cosas se convertiría en un esfuerzo mentalmente desgastante o casi imposible de llevarlo a buen término y entonces opta por lo más sano: ni siquiera intentarlo. En estos días ha ocurrido algo que movió a la opinión pública tanto o más que aquello del remate del avión presidencial-sanitario en ciento ochenta mil dólares, algo así como un “precio especial” al comprador que no lo fue, claro que no,(no fue lo de “precio especial”, aclaremos) porque el remate fue una realidad y tan realidad fue que el propietario declaró que la aeronave se queda en Uruguay y tendrá bandera y matrícula uruguayas, porque el, el propietario, es argentino y se podía pensar que lo llevaría a su país. Bien, el avión que según algunas opiniones “solo realizó catorce (14) vuelos sanitarios” (¿¿¿sólo???) se queda en suelo oriental ya sin tener la oportunidad de salvar vidas (catorce o una o las que pudieran ser necesarias). En el caso del avión las opiniones estuvieron muy divididas y el pedido de renuncia, o sin eufemismos de ningún tipo, la destitución del jefe de policía Erode Ruiz por parte del Ministro del Interior Jorge Larrañaga también levantó polvareda o aumentó “la grieta, la brecha” entre unos y otros ciudadanos de a pie y, desde luego en todo el espectro político y que rápidamente, unos y otros, hicieron conocer sus opiniones. El exjefe Erode Ruiz cometió pecado al reunirse, de puertas abiertas, con el también ex Director de Convivencia y Seguridad Ciudadana Gustavo Leal en el Ministerio del ex Bonomi, cuando según Larrañaga (el único que no es “ex” en esta columna) las cosas deben hacerse de otra manera y los encuentros con “otros” más aún de “otra manera”. Lo cierto es que a solo seis o siete meses para disfrutar de su jubilación don Erode pasó a la categoría de “ex”. Uno más. Y lo del título lo completamos:” El que sabe, sabe, y el que no sabe es jefe” solo que en este caso el jefe sabía con 50 años de experiencia y recordado por haber cumplido esa función en otras dependencias del interior de la República y aquí, en Montevideo. Hasta la próxima. Que seas feliz. Ahora y siempre.

