Intentando vaciar mochilas por Cristina Morán
Se termina el año. Finalizan las clases. Empieza el tiempo de vacaciones. Escolares, secundarios y terciarios vacían las mochilas que con el paso de los meses se volvieron cada vez más pesadas. Claro que vaciarlas no es sinónimo de abandonarlas, todo lo contrario, pues ha llegado el tiempo de llevar en ellas mallas de baño, protectores solares, calzado liviano y deportivo, remeras, ilusiones, esperanzas deseos de reencuentros y ¿por qué no? un amor o el comienzo de algo que puede llegar ser a serlo. Mientras ellos vacían mochilas, otros las cargan más y más. Y estas, precisamente, son las que hay que intentar vaciar, pues fueron guardando en ellas, enojos, agresiones verbales, ofensas; las convirtieron en un sembrado de negaciones, de dudas, a raíz del llamado “caso Astesiano” (o caso el “Fibra”, para los íntimos). El domingo en el programa “Polémica en el bar” el invitado era el senador Manini Ríos y dos temas ineludibles quedaron instalados: su condición de colono, que ya no es, y el caso “Fibra”. En las dos instancias fue encarado por Patricia Madrid que una vez más dejó claro que está bien documentada, que no pregunta de “boleo”, que sabe el terreno que pisa y, lo principal: no se intimida y una, vaya a saber por qué, una, telespectadora ingenua ciudadana de a pie, pensó que escucharía algo distinto, un atisbo de realidad de los hechos que salen a la luz cuando es detenido el ahora ex jefe de custodia del presidente Lacalle Pou, al regreso de acompañar a él y a sus hijos en un viaje de vacaciones. De ahí para adelante y gracias a la libertad de prensa, la libertad de opinión e información, nos fuimos enterando, la ciudadanía empezó a enterarse que en la otrora “Suiza de América” también existe eso que conocemos como corrupción. Y no se trata de “chats” comunes, inventados, creados con mala fe para ensuciar la moral del presidente o de ministros, o de secretarios, o de personas de total confianza (como lo era Astesiano) tal como sugirió el senador: se trata de informar, de dar las noticias que surgen de las investigaciones y que llegan a los medios. Escucho y leo a distintos referentes de la coalición de gobierno: ninguno muestra siquiera la mínima intención de decir lo contrario a un discurso que tal vez fue pactado en el mismo momento de aparecer el escándalo. He aquí algunas de las declaraciones de esos referentes que más llamaron mi atención: ministro Heber afirmó que “el caso Astesiano debe ser visto “como mérito del gobierno” (“¿mérito”, ministro?) Por su parte quien fuera presidente de UTE, Alberto Volonté, en una extensa entrevista de Checho Bianchi afirmó que Lacalle pensó que Astesiano, por ser “un poco pillo”, iba a cuidar bien a él y su familia”. (Disculpe, ¿leí bien?, ¿un “poco pillo” dijo? Y más adelante sentenció: “Porque una cosa es afanarle una gallina al vecino y otra cosa es ser un delincuente”. El cruce entre el ministro Mieres y el senador Andrade es una vergüenza; ellos y muchos más, olvidan que están en esos lugares gracias a los votos del pueblo entonces, lo mínimo que les pedimos es respeto, tolerancia, y pensar que quizá mañana, estén del otro lado del mostrador, es decir, del lado de afuera, del lado del cliente y entonces tendrán que pagar el consumo. Y tal vez les resulte excesivo. Otro indiscutible referente, el doctor Sanguinetti, afirmó en su propio semanario, que el “Frente amplio logró un considerable éxito mediático con el caso Astesiano y que, si no fuera que está involucrado el jefe de custodia del presidente, este hecho “no habría salido de la página policial. “Una bandita (¿” bandita,” doctor Sanguinetti?) para vender pasaportes. Es eso. No afecta a ministros ni jerarcas del gobierno”. (¿segurísimo doctor Sanguinetti, muy segurísimo? Mochilas como estas son las que hay que vaciar para que los uruguayos, que soñábamos con un triunfo celeste, pero que no todo lo idealizamos, ni somos ingenuos, sino seres pensantes preocupados por el hoy y el mañana de este Uruguay que, con este hecho, estrenó, al menos a cara descubierta, eso muy feo llamado corrupción. Deseamos que no continúen matando mujeres, abusando de niños, que no volvamos a ver marchas de jubilados y pensionistas, que se reduzca la cantidad de mujeres y hombres durmiendo en las calles, que nunca más veamos un brindis con agua y pan. Si están de acuerdo, nos reencontramos en 2023. Hasta entonces. Disfruten cada momento lo que la vida les da. Agradézcanlo. Y a pesar de todo, sean felices.
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