La secta

Los unió su pasión por dominar. Se sentían portadores de una luz superior, espíritus elevados por encima de los comunes mortales. Reivindicaban la actividad masculina, consideraban ser amigos del trueno y el fuego, emblemas del rayo. Nobles y heroicos, se identificaban como guerreros destinados a triunfar en todas las batallas.

Percibían que sus ideales alcanzaban un vuelo tan alto y majestuoso como el de aquellos propios de la divinidad.

Así lo dejaron grabado para la posteridad en su escudo, esculpido en el frontis del templo donde la secta celebraba sus reuniones clandestinas.

Conscientes de que la mejor forma de ocultar un secreto es colocándolo a la vista de todo el mundo, enmascararon su sede en un edificio céntrico de Montevideo.

Con el transcurso de los años, los conspiradores se fueron poniendo viejos. El mundo cambió sin que ellos se dieran cuenta. Se quedaron sin nuevos acólitos. Todos sus desmedidos sueños fueron sepultados en la tumba del último de los sectarios que abandonó el reino de este mundo.

Hoy en día, nadie recuerda su existencia. Solo los sobrevivió su blasón, ante el cual, de vez en vez, se detiene algún viandante, que lo contempla como un detalle exótico, sin sospechar que otrora ese exacto sitio fue el epicentro de una conspiración de alcance universal.

POR MÁS PERIODISMO, APOYÁ VOCES

Nunca negamos nuestra línea editorial, pero tenemos un dogma: la absoluta amplitud para publicar a todos los que piensan diferente. Mantuvimos la independencia de partidos o gobiernos y nunca respondimos a intereses corporativos de ningún tipo de ideología. Hablemos claro, como siempre: necesitamos ayuda para sobrevivir.

Todas las semanas imprimimos 2500 ejemplares y vamos colgando en nuestra web todas las notas que son de libre acceso sin límite. Decenas de miles, nos leen en forma digital cada semana. No vamos a hacer suscripciones ni restringir nuestros contenidos.

Pensamos que el periodismo igual que la libertad, debe ser libre. Y es por eso que lanzamos una campaña de apoyo financiero y esperamos tu aporte solidario.
Si alguna vez te hicimos pensar con una nota, apoyá a VOCES.
Si muchas veces te enojaste con una opinión, apoyá a VOCES.
Si en alguna ocasión te encantó una entrevista, apoyá a VOCES.
Si encontraste algo novedoso en nuestras páginas, apoyá a VOCES
Si creés que la información confiable y el debate de ideas son fundamentales para tener una democracia plena, contá con VOCES.

Sin ti, no es posible el periodismo independiente; contamos contigo. Conozca aquí las opciones de apoyo.