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Lo indispensable es inútil por Federico Frontan

Lo indispensable es inútil  por Federico Frontan
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Teniendo en cuenta la cantidad de gente que fue beneficiada por decisiones políticas que se relacionan con el gasto público y políticas sociales que tenían por centro la dignidad humana, ¿Por qué el Frente Amplio ganó las elecciones con solo el 10 por ciento de ventaja?

Respuesta posible. Subestimaron la importancia de la revolución cultural. Necesaria para producir un nuevo sentido común inclusivo y traducir lo filosófico en programa político. El sacerdote jesuita Juan Luis Segundo recomendaba leer a Lenin para participar de la lucha cultural. Decía Marx, “La coincidencia de la modificación de las circunstancias y de la actividad humana sólo puede concebirse y entenderse racionalmente como práctica revolucionaria”. Las derechas tienen la capacidad de mistificar, separando causa y efecto.

El ex presidente Lacalle, cuando anuncio la motosierra para resolver el gasto social (que es clave en la redistribución), propuso también instalar duchas en los asentamientos, donde pudieran asearse y cortarse el pelo. Esto tiene antecedentes en Estados Unidos. En la jerga filosófica se llama fascismo moral. Es un tipo de odio hacia los pobres que los ridiculiza y patologiza. Con esta herencia biológica-política se identifica Lacalle II. La metáfora de la fruta que cae cerca del árbol da miedo.

Hombre llevando una cosa

La Noticia Rebelde fue un programa de televisión de los ochenta. Nicolás Repetto y Adolfo Castelo interpretaban las noticias. Recuerdo el comentario de una revista que hablaba de lo que no hacia Susana Giménez. No amaba a alguien, no iba a ir a Punta del Este, no estaría en una gala. Sorprendía a los comentadores la capacidad que tenían en esa publicación de ocupar espacio y estar en los medios contando lo que no iba a hacer. La asociación con Lacalle II es inmediata. Decía en un spot: “me preguntan, que vas a hacer con el desempleo…etc.”, el remate susanagimenezco “¡no voy a hacer lo mismo que el Frente Amplio!” Esta actitud evita el análisis político que integra el principio de realidad. Es indispensable para la convivencia, tener un proyecto de país que a partir de un compromiso tenga efectos en la realidad. Uruguay tiene resultados contundentes. Sin embargo, la “realidad” parece mostrarse inútil.

Gobernar por misterios es un peligro novedoso. Más que un político proponiendo un programa de gobierno, Lacalle II parece un hombre llevando una cosa. Cepal dice en Panorama Social de América Latina 2018 “Entre 2002 y 2016 se produjeron avances importantes en América Latina en términos de inclusión social y laboral, pero persisten brechas estructurales que afectan en forma más acentuada a las mujeres y los jóvenes […] indígenas, afrodescendientes y con discapacidad. Han mejorado significativamente indicadores de inclusión social relacionados con la educación, la salud y la infraestructura básica” (p.13-14). Hay palabras que saltan de la página: persisten brechas estructurales. El único aporte a la discusión conceptual –que conozco, porque habla poco–  de Beatriz Argimón es decir que la grieta la construye el Frente Amplio.

Este proceso –interesado– de ruptura con la realidad, más que una ley de urgente consideración, necesita reportar urgencia psiquiátrica. Los informes de Cepal reconocen que Latinoamérica se caracteriza por la persistencia de una pobreza estructural que se ha mantenido y reproducido en momentos de bonanza. Crecimiento y redistribución no se dan automáticamente. Para que se junten, tiene que haber una decisión política que siempre es adversada por sectores privilegiados. Uruguay, en tiempo de bonanza mejoró la calidad de vida muchos y después de la crisis del 2008 siguió con datos positivos. No voté a Martínez en octubre porque tenía diferencias; Ahora –frente a la propuesta de la coalición independiente de la realidad, de cambiar rumbo a peor– lo voy a acompañar.

El miedo es auxiliar del futuro. Es conveniente escucharlo. Los sectores progresistas deben organizarse y trabajar para testimoniar una nueva cultura política que se exprese en el ejercicio de una fe antropológica que reconoce que los seres humanos pueden conseguir mediante su acción política transformar sus condiciones de vida. “Izquierda” designa criterios críticos para comprender lo real-social.

Fascismo social

A remolque de la nada, Lacalle II remontó una campaña. En la entrevista “De cerca”, habló de su relación con la marihuana y cocaína. Testimoniar que consumió, tendría que acercarlo al drama del que esta poseído por una sustancia y comprender sus conductas. De ahí pensar en políticas sociales. Pero no, dijo que su ángel de la guarda lo mantuvo a raya. Banalizar un tema tan sensible muestra un perfil. Los que no tienen conexión con el cielo tratan el tema en la tierra, en narcóticos anónimos, grupos de AA, terapia o internaciones.

Hay que duro esta Lacalle, vamo’ a juntarlo con Manini para ver si lo ablandamos. Ya no es el programa del PN, ahora usa ideas prestadas. Crisis de la partidocracia y el surgimiento de una familiocracia. Los Herrera y Manini Ríos han protagonizado muchas gestas antipopulares. En este marco aparece como posible ministro de educación un “cienciólogo” no gramsciano (no sé cómo definir a un anticomunista en el siglo XXI) que propone revisar la libertad de cátedra, la autonomía, eliminar la representación docente de ANEP “porque hay demasiada gente decidiendo” y acusa de leninistas a sus adversarios. Frente a esta desmesura, alivia recordar la nota en Marcha de Carlos Quijano “A rienda corta” cuando se separó del Partido Nacional en 1958. “A Marx una vez conocido no se lo puede olvidar marca e impregna. Volveremos siempre a él…”. La Generación Crítica desmanteló un imaginario político que impedía la ética de la autonomía.

Cuando Graciela Villar quiso advertir del peligro fascistizante citó a Saramago. Yo le sumaría el análisis del sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos (visitó la facultad de ciencias sociales en 2016) sobre el fascismo social, que puede instalarse como lógica de interacción sin necesidad de golpes de Estado. Los líderes de la resistencia al cambio proponen un cambio. En América Latina los problemas son reales. ¿Lo son este tipo de remedios? La experiencia en la región muestra que los que cambian de senda, aparecen en los noticiosos junto a un carro de bomberos, un patrullero y alguien que dice: las causas, se buscan establecer.

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