Mentalidades bonsai por José Luis Baumgartner

Todos lo saben. Sin los votos de la oposición, el Senado no aprobó la venia para el retiro de los integrantes del tribunal de honor formado a Gavazzo, Maurente y Silveira, solicitada por el Poder Ejecutivo. Se necesitaban tres quintos de componentes de la cámara. Sólo los senadores del Frente Amplio acompañaron la medida.

Está en expediente. Gavazzo relató tortura y muerte del detenido Roberto Gomensoro, y cómo tiró su cadáver al río Negro, obedeciendo órdenes –dijo-; Silveira, el gaseamiento letal que propinó aquél al “Gordo Marcos”, otro prisionero desaparecido. Marzo y mayo de 1971, en el cuartel de artillería de La Paloma, Cerro.

Gavazzo es responsable, entre otras fechorías, del vuelo que trajo desde Buenos Aires a veintiocho compatriotas, presos allá en el marco del plan Cóndor, que están desaparecidos; la justicia civil lo condenó a prisión por asesinato masivo.

El tribunal castrense declaró que esos hechos no manchan el honor de las Fuerzas Armadas.  Figura en el fallo. Consta en actas. Incumplió además con la obligación de notificar de inmediato al superior correspondiente la comisión de “presuntos delitos”.

Naturalmente, no cabía tolerar impunemente semejante barbaridad. Quienes integraron el tribunal debían ser cesados. El Poder Ejecutivo destituyó al recién nombrado comandante en jefe del Ejército y a otro general en funciones y, conforme la ley, pidió al Senado la venia para pasar a retiro a los restantes.

Lo que debía demorar cinco minutos insumió cuatro horas de discusión.

Blancos, colorados y Mieres, desde su galaxia electoralista, centraron la responsabilidad en Tabaré Vázquez. Le supusieron saberes, intenciones, falsedades, ocultamiento de información, disimulos, pasividad, inacción –sin percatarse que, enterado, actuó sin vacilar y con dureza. Adujeron detalles de procedimiento, como si en ellos estuviera el centro de la cuestión. Hasta trajeron a colación el pacto del Club Naval… Demencial. Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.

Prácticamente avalaron el relato macabro de Gavazzo y la tesitura contra la ética, los derechos humanos y la sensatez del tribunal de honor militar. Estupidez multicolor. Vergüenza nacional.

Perdieron los puntos de referencia.

Sin después.

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