Home Literatura El entusiasmo impaciente por Pablo Galante
0

El entusiasmo impaciente por Pablo Galante

El entusiasmo impaciente por   Pablo Galante
0

Ángel Rama nació un 30 de abril de 1926 y falleció el 27 de noviembre de 1983 en un fatídico accidente de aviación en España. En el mismo avión viajaban, hacia un encuentro de escritores latinoamericanos, su segunda esposa, la narradora y ensayista argentina Marta Traba, el narrador peruano Manuel Scorza y el escritor mexicano Jorge Ibarguengoitía. Así, de un plumazo, mientras la mayoría de los uruguayos se concentraban frente al obelisco de la capital, desaparecía un embajador de la conciencia intelectual latinoamericana, un “Sol arrasador”, al decir de su colega ensayista argentina Beatriz Sarlo. Para remediar esta importante pérdida, hace apenas unos días, la editorial Estuario, de Montevideo, Uruguay, editó un voluminoso libro de unas 880 páginas que contiene casi toda su correspondencia privada. En efecto, ANGEL RAMA UNA VIDA EN CARTAS CORRESPONDENCIA (1944-1983). Edición de Amparo Rama. Selección y Notas de Rosario Peyrou y Amparo Rama con prólogos de Rosario Peyrou y Beatriz Sarlo, tiene una presencia contundente: a primera vista podría parecer inabarcable y difícil de leer. Sin embargo, es todo lo contrario. Se presenta como el espíritu incansable de un visionario intelectual, que pensó y acertadamente creyó en la importancia de la conciencia escrita de todo un continente. Durante toda su vida como ensayista, editor y narrador, procuró difundir y conectar entre sí a todos los escritores
de Latinoamérica, tarea nada fácil y este epistolario es la prueba de que lo hizo no en un período, sino en cada uno de los días de su vida. Su entusiasmo y cordialidad, transparencia crítica y claridad
fueron fundamentales para comunicar entre sí a Escritores como Julio Cortázar, Mario Benedetti, José Pedro Díaz, Eduardo Galeano, Juan García Ponce y muchísimos más. La excusa generalmente
para poder hacerlo, era la iniciativa de editarlos a cada uno de ellos por primera o por décima vez. Rama fue uno de los intelectuales más importantes del semanario Marcha, pero también artífice de muchas revistas y editoriales. Su labor incansable, erudita y didáctica (leerlo es como leer a Jorge Luis Borges u Octavio Paz por dar algunos ejemplos). Como un Sol iluminó corazones, encendió pasionales esperanzas, con más lucidez y cautela que la de su colega compatriota Mario Benedetti.
Se dió cuenta que Cuba se volvería “un Nuevo Kremlin” y aunque visitó la isla, su visión nunca fue
fanática ni autocomplaciente con el nacido régimen. Si bien vivió el boom literario latinoamericano
sin aprovecharse de él, lo prolongó, lo estudió, lo trascendió. Tuvo problemas con algunos intelectuales latinoamericanos que lo acusaron de comunista: en ese tiempo todo pensamiento progresista y democrático, pasaba a formar parte inevitablemente de uno de los dos polos: el yanqui o el ruso. Reinaldo Arenas, el prestigioso escritor cubano, hizo lo imposible para que no pudiera impartir clases en los Estados Unidos. Parece equidistante de los otros dos intelectuales que formaron parte importante de la Generación Del 45, Emir Rodríguez Monegal y el ya nombrado , Mario Benedetti. Siendo simple, honesto y consecuente con su visión del papel que debía y quería asumir, supo no encandilarse con su propia luz, atisbar lo que se venía. En una carta a Mario Benedetti, escrita a mediados de 1966, ve claramente que el golpe de estado va finalmente a instalarse en el Uruguay, cosa que sucede recién siete años después. Muy interesado en el muy polémico y controversial ensayo de Benedetti, El País De La Cola De Paja, que había sido editado por primera vez por la editorial de la revista ASIR en 1960, le sugiere a su colega reeditarlo, al tiempo que le transmite desde Montevideo, el fenómeno editorial de ese momento: le narra los miles de ejemplares vendidos de la colección bolsilibros de Editorial Arca, fundada por él mismo y Alberto Oreggioni, editorial que abandonaría unos años más tarde, quedando frente a ella Oreggioni y posteriormente Wilfredo Penco. No faltan en el epistolario, cartas a sus mujeres, la poeta y ensayista uruguaya Ida Vitale, con la que tuvo un hijo y su segunda esposa la narradora y ensayista argentina Marta Traba, un tanto olvidada por estos tiempos a pesar de su invicto y premiado talento. Más de una cuarentena de destinatarios tienen estas cartas, apasionadas, vibrantes que hacen acordar a los cinco tomos de correspondencia de Julio Cortázar editados en 2012 por Alfaguara. Es similar su aventura con la imagen, la intensidad instantánea que tienen sus retratos afables de personas y paisajes, su interés humanista, su desapego a todo, excepto al espíritu elevado de los bondadosos y generosos seres que mantienen al mundo girando sobre sí mismo. Todo aparece en estas cartas: el amor, el cansancio, la pérdida, la lejanía, la distancia que a veces lo separaba de su segunda esposa y como la acariciaba con el recuerdo, esperando reencontrarla pronto, luego de sus estadías por otros países. A Ángel nada de lo humano le era ajeno, indiferente. El placer de adentrarse en este libraco es inmenso y siempre vigente: la importancia de su publicación es mucha. En tiempos de series, pandemias y de otra gran guerra inaudita, aunque explosiva y genocida, hay otra también silenciosa: la de los medios transnacionales de comunicación. Es justo en estos tiempos, que la pulsión pasional de Ángel Rama, permanece soplando desde un alto árbol, iluminando conciencia con su poesía imprevista y lúcida de cada día. Este esperado y placentero, libro-río, debería ser conocido por las nuevas generaciones, las que viven de mirar seriales vacíos estereotipadas, donde el pensamiento, la controversia, el diálogo, esta ausente de toda metafísica posible. Afortunadamente este libro existe, así como existe el Ángel, que incendió como Ícaro sus alas, en un avión que caía el mismísimo día en que empezaba a caer la dictadura en su país natal. Otra metáfora.

POR MÁS PERIODISMO, APOYÁ VOCES

Nunca negamos nuestra línea editorial, pero tenemos un dogma: la absoluta amplitud para publicar a todos los que piensan diferente. Mantuvimos la independencia de partidos o gobiernos y nunca respondimos a intereses corporativos de ningún tipo de ideología. Hablemos claro, como siempre: necesitamos ayuda para sobrevivir.

Todas las semanas imprimimos 2500 ejemplares y vamos colgando en nuestra web todas las notas que son de libre acceso sin límite. Decenas de miles, nos leen en forma digital cada semana. No vamos a hacer suscripciones ni restringir nuestros contenidos.

Pensamos que el periodismo igual que la libertad, debe ser libre. Y es por eso que lanzamos una campaña de apoyo financiero y esperamos tu aporte solidario.
Si alguna vez te hicimos pensar con una nota, apoyá a VOCES.
Si muchas veces te enojaste con una opinión, apoyá a VOCES.
Si en alguna ocasión te encantó una entrevista, apoyá a VOCES.
Si encontraste algo novedoso en nuestras páginas, apoyá a VOCES
Si creés que la información confiable y el debate de ideas son fundamentales para tener una democracia plena, contá con VOCES.

Sin ti, no es posible el periodismo independiente; contamos contigo. Conozca aquí las opciones de apoyo.

//pagead2.googlesyndication.com/pagead/js/adsbygoogle.js
Semanario Voces Simplemente Voces. Nos interesa el debate de ideas. Ser capaces de generar nuevas líneas de pensamiento para perfeccionar la democracia uruguaya. Somos intransigentes defensores de la libertad de expresión y opinión. No tememos la lucha ideológica, por el contrario nos motiva a aprender más, a estudiar más y a no considerarnos dueños de la verdad.