El peor déficit no es fiscal, es social por Ignacio Martínez
No necesito ser economista para analizar la situación del país en esa área. Muchas veces alcanza con consultar a jefas de familia, a jubilados, a trabajadores, a pequeños y medianos comerciantes y productores, para obtener una radiografía clara de la situación económica del país.
No voy a negar, claro está, que la pandemia y ahora la infame guerra, inciden seriamente en varias aristas económicas: precios, exportaciones e importaciones. Pero lo que nada debe opacar o distorsionar o tergiversar nuestra opinión, es la realidad que nos permite afirmar que, como pueblo uruguayo, estamos padeciendo un marcado empobrecimiento de nuestro poder de compra.
Visto desde algunos sectores poderosos (léase productores de ganado, sojeros, sectores financistas) claro que es distinto. Ellos han recibido ingresos como nunca y más que un viento de cola, lo que los está beneficiando es un verdadero ciclón de ganancias debido al aumento del precio de venta de su producción, ganancias que, sin embargo, no se vierten ni invierten en el pueblo.
Quienes no deben mirar para otro lado sobre lo que afirmo aquí, son nuestros gobernantes, la Ministra de Economía, el director de la OPP y el propio Presidente. La realidad es que hoy el Gobierno está trabajando casi exclusivamente para defender los intereses de los “malla oro”. La canasta familiar (hablo de la canasta de la mayoría de la población que vivimos del salario y los escasos ingresos), ha visto que muchos de sus productos básicos han aumentado de manera casi obscena.
Veamos. El aceite de girasol subió un 75%, el arroz un 34%, el azúcar un 43% la carne picada un 23%, los fideos secos un 76%, solo para citar algunos ejemplos.
¿Cómo se explica que, teniendo un ciclo de bonanza en aspectos de recuperación económica, se dé esta inflación inadmisible y haya miles de compatriotas que siguen comiendo en ollas populares? Esto no tiene nada que ver ni con la pandemia ni con la guerra ni con el manoseado argumento de la herencia o el país que recibieron. Esto tiene que ver con claras políticas que solo benefician a los sectores poderosos del país, despreciando al pueblo.
La LUC tiene mucho que ver con esto. La manera inadmisible de los aumentos de los combustibles, demuestra que desde allí se inicia un aumento en prácticamente todos los escalones de la escalera productiva, hasta llegar al precio final. Los combustibles aumentaron un 36%. ¿Cuánto incidió ese aumento en los demás productos? Una enormidad.
¿Y los salarios? ¿Y las jubilaciones? La inflación que el Gobierno debe controlar, está hoy 8% por encima del poder adquisitivo de todos nosotros. Eso, sencillamente, también es incremento de la pobreza, más allá de la famosa línea de pobreza, que es una línea antojadiza para marcar fronteras de un análisis estadístico, pero no la realidad de la mesa de todos los uruguayos que hoy está más pobre.
La LUC es antipopular. Está al servicio de la gente más rica del país. A la prueba me remito. La Cámara de Comercio apoya la LUC. La Federación Rural apoyo la LUC. Llaman a votar por el NO porque, como lo han dicho, “la LUC favorece a los empresarios” o “vamos a tomar partido por nosotros” apoyando la LUC, es decir ellos, como expresó la Presidenta de la Federación Rural.
Para nosotros el peor déficit del país es el social y para ayudar a su superación, este domingo 27 votamos SÍ a la derogación de 135 artículos de la LUC.
POR MÁS PERIODISMO, APOYÁ VOCES
Nunca negamos nuestra línea editorial, pero tenemos un dogma: la absoluta amplitud para publicar a todos los que piensan diferente. Mantuvimos la independencia de partidos o gobiernos y nunca respondimos a intereses corporativos de ningún tipo de ideología. Hablemos claro, como siempre: necesitamos ayuda para sobrevivir.
Todas las semanas imprimimos 2500 ejemplares y vamos colgando en nuestra web todas las notas que son de libre acceso sin límite. Decenas de miles, nos leen en forma digital cada semana. No vamos a hacer suscripciones ni restringir nuestros contenidos.
Pensamos que el periodismo igual que la libertad, debe ser libre. Y es por eso que lanzamos una campaña de apoyo financiero y esperamos tu aporte solidario.
Si alguna vez te hicimos pensar con una nota, apoyá a VOCES.
Si muchas veces te enojaste con una opinión, apoyá a VOCES.
Si en alguna ocasión te encantó una entrevista, apoyá a VOCES.
Si encontraste algo novedoso en nuestras páginas, apoyá a VOCES
Si creés que la información confiable y el debate de ideas son fundamentales para tener una democracia plena, contá con VOCES.
Sin ti, no es posible el periodismo independiente; contamos contigo.
Conozca aquí las opciones de apoyo.