Guillermo López, Intendente de Florida: El Congreso de intendentes pide la bolada
El actual presidente del Congreso de Intendentes no encaja en el estereotipo que existe sobre los caudillos blancos del interior. Este joven ingeniero de 45 años comenzó más en la gestión que en la política antes de asumir la jefatura departamental. Pragmático, realista y con los pies firmes sobre la tierra, vale la pena conocer a este dirigente de nuevo tipo.
Por Jorge Lauro y Alfredo García / Fotos: Rodrigo López
¿Naciste en Cardal?
Por un tema médico de cobertura, nací en Montevideo, pero cuando me dieron de alta del sanatorio fui directo a Cardal.
¿Qué hacían tus viejos?
Mi vieja, que es jubilada, fue médica general en Cardal. Y mi padre, productor rural, tambero de pura cepa.
¿Sigue con el tambo?
Mi viejo era socio con su hermano, que falleció muy joven. Quedó la familia de mi tío y la nuestra manejando el negocio familiar, ahí agarró mi primo y después quedó mi hermano. Quedó mi primo con la actividad lechera y mi hermano con la producción más agrícola, de producción de forraje y grano para toda esa zona, que es básicamente de establecimientos lecheros.
Vos arrancaste para otro lado, nada que ver.
Porque no cabíamos todos (risas).
¿Vos sos el menor?
Soy el mayor.
Antes el primogénito se quedaba con la tierra, y te tiraron para afuera.
Arranqué a estudiar, vine a Facultad de Ingeniería en el 95. Me recibí de ingeniero civil e hidráulico. Después hice la maestría y el doctorado. Estaba en la actividad académica y el Pájaro Enciso me invita a participar en la gestión, en su primer período de gobierno, en el 2010. Yo estaba vinculado porque mi viejo y mi abuelo eran militantes del Partido Nacional desde siempre, en la zona sur de Cardal. El Pájaro nos conocía de ahí, de la militancia en el interior, la de los gurisitos que andábamos militando. Por mi formación, decidió que lo asesorara en alguna cosa, primero puntualmente, porque por mi actividad no tenía mucho tiempo. Pero me fue encantando y convenciendo, y terminé full time como director de obra y suplente de él.
La tradición blanca es familiar. En Florida, si no sos blanco, es difícil.
Mi abuelo fue diputado suplente. Dicen las malas lenguas que fue el que llevó el termo y el mate al plenario, cuando no estaba permitido. Generó todos los movimientos administrativos para que se autorizara como parte del reglamento.
Un prócer.
Un personaje, el abuelo. Y mi viejo también fue suplente de diputado, y en alguna suplencia tuvo la chance de sentarse en la banca.
¿Es más interesante la actividad política que la ingeniería?
Ingeniería es resolver problemas.
Y la actividad política es generarlos.
(Risas) Pero es apasionante la actividad pública. Más que la política, la gestión pública. Por supuesto que en nuestra familia no entendían mucho la decisión de participar activamente, dejando de lado la ingeniería, con determinada zona de confort, y una formación.
Estabas laburando como ingeniero.
Tenía actividad académica en Facultad de Ingeniería. Integraba el Sistema Nacional Integrado de Investigaciones. Sigo teniendo seis horas de docencia en el Instituto de Ingeniería Mecánica. Pero fui migrando paulatinamente. Antes de la relección del Pájaro en 2015 ya estaba a full en Florida, comprometido con ese proyecto.
¿Los mejores intendentes son los ingenieros?
La formación te enseña a estructurar problemas. Pero hay buenos y malos en todas las disciplinas, formaciones y actividades. No generalizaría.
Pero la cabeza metódica y planificadora de la ingeniería es real. Para la gestión sí, pero no es lo mismo ser intendente que ser candidato a intendente, ni es lo mismo ser presidente que candidato a presidente. Para la función te ayuda, aunque hay de todo en todos lados.
¿Te adaptaste al rol de político?
¡Qué buena pregunta! No sé si uno se termina de adaptar a esto, pero también es lo lindo que tiene. Es dinámico y es en contacto con la gente. Mi experiencia es desde la política departamental, en un departamento como Florida, y empezando en una localidad chiquita como Cardal, donde el mano a mano es de todos los días en la actividad política. A eso sí me adapté, y lo disfruto, con sus momentos intensos de exigencia positiva y de los otros.
El intendente tiene un contacto directo con la población que no se tiene como diputado o senador.
O un ministro, o el director de un ente autónomo. Y en el interior más aún.Te conoce todo el mundo, te cruzan con tus gurises en la cancha del baby fútbol o en el supermercado.
Y ya te encaran y te piden.
Eso es lo lindo.
O no. Cuando no podés cumplir, ¿cómo es esa relación con el que conocés de todos los días?
Si sos honesto, eso se lleva bien. Sobre todo, hay que ser muy cuidadoso con el manejo de la expectativa. Cuando viene un planteo que es irrealizable, uno tiene que ser lo suficientemente sutil para explicar que esa expectativa no se va a poder cumplir. Y hay temas que son muy sensibles, que vienen con mucha esperanza detrás de la expectativa. Hay que ser claro desde el primer momento para que esa relación se mantenga. Quiero seguir caminando por las calles de Florida con tranquilidad. Prefiero que alguien se vaya enojado hoy, antes que llevarme una ingrata sorpresa dentro de cuatro años por no haber podido cumplir.
No te ha generado problemas, entonces.
Hay gente que se desencanta y se desilusiona, pero si uno es claro, queda la tranquilidad de que no fue algo personal, sino que el otro puso mucha expectativa en que se le iba a resolver un tema que ponía arriba de la mesa.
Tuviste un gran maestro. El Pájaro ganó por un puñado de votos, la primera vez.
Doscientos cincuenta y dos.
Y después sacó gran ventaja.
Por arriba de dieciséis mil.
Puso cabeza en los pueblos, salió de la capital.
Un gran maestro, sí. Aprendí con él a disfrutar el contacto directo. A veces es difícil, pero es parte de la responsabilidad que tenés, el estar y el escuchar. Es una ayuda, una secretaría en la que te dicen qué está faltando, en qué venís lento, qué está mal. Si te encapsulás en una burbuja, los golpeteos en la espalda y los comentarios condescendientes van a ser más que las críticas. En esto el Pájaro tiene varias frases, como que no hay ciudadanos de primera ni de tercera por el lugar en donde vivan, reivindicando el valor del último vecino en el lugar más alejado, que es tan importante como el primer vecino más cercano o con mayores oportunidades.
El Pájaro entendió la necesidad de la descentralización. ¿Qué pudo hacer en el país, más allá del departamento?
El Pájaro hizo mucho, tiene un liderazgo generoso que habla de una seguridad que no abunda en esta actividad.
No hay muchos líderes generosos.
Genera oportunidades. La descentralización la plasmó en la gestión y es evidente, con el plan de recuperación de calzadas en los rincones más ignotos, con el 100% de la iluminación en los planes Mevir, los microdrenajes y los cordones cunetas en todos los Mevir del departamento. Podés seguir. Infraestructura deportiva, plazas de deportes, piscina en Capilla del Sauce. Y sin olvidarse de la ciudad en esa falsa dicotomía entre interior y capital, que es un cuento. Hizo realidad el complemento, que llegó para quedarse y es un legado. El que tenga que ser intendente de Florida de aquí hacia adelante va a tener que entender ese complemento entre interior y capital. Lo que más hizo el Pájaro desde el punto de vista político fue tener ese liderazgo generoso. Uno mira a su alrededor y ve que le generó espacio y posibilidades a muchos compañeros, entre los que me incluyo. Jóvenes, con distintas capacidades complementarias, con trabajo en cercanía, contacto, trabajo en equipo. Cuando asumí como presidente del Congreso de Intendentes lo dije. Creía que era justo reconocerlo en ese marco. Conocí el Congreso yendo con él como director de obras, porque él me llevaba a conocer la dinámica. No habría podido asumir la presidencia en el segundo año de esta legislatura sin toda esa experiencia previa. Y ese es un ejemplo de las tantas cosas que me fue enseñando en los hechos y no en las palabras y los discursos.
¿Y con respecto al país, a la centralidad de Montevideo? ¿Qué pudieron hacer las intendencias del interior?
Creo que han demostrado que son la locomotora de ejecución de las políticas en el territorio. Quedó en evidencia en la pandemia.
¿Por qué?
El plan de vacunación es una de las claves del éxito. Los intendentes son los presidentes de los Centros de Coordinación de Emergencias Departamentales, la vacunación se apoyó en el CECOED. Estaba la logística, pero había que coordinarlo allí, en esos CECOED locales. Las vacunas llegaban a la capital departamental, pero tenían que estar en los vacunatorios de Casupá una hora de después, con la guardia sanitaria y los vacunadores, y luego seguir pueblo a pueblo, a las diecinueve localidades restantes, con equipos móviles o rotativos. Y a la intendencia le tocaba poner los recursos. Creo que en esa descentralización las intendencias han tenido y están teniendo un rol clave en ser los ejecutores y bajar línea. Hemos logrado permear en el gobierno nacional, y lo vemos con una presencia que no es testimonial. Hay muchas políticas que se apoyan en los gobiernos departamentales a la hora de ejecutar de forma descentralizada.
Los blancos siempre han hecho bandera de ser los promotores de la descentralización.
Sí, es una de las banderas.
El gobierno de Mujica, sin embargo, le dio mucha bola a la descentralización.
Entendemos el interior de manera similar.
¿La reforma de los municipios y los alcaldes ayudó?
Como toda cosa nueva, necesitó un tiempo para echarse a rodar. Es una clara política de que a veces para las cuestiones legales o administrativas no alcanza con una declaración. “Declárase a tal área como Municipio de Casupá”. Está muy bien como concepto, pero hay que darle recursos y capacidad para que esté a la altura de la expectativa que se genera en la localidad. Sí, con el diario del lunes te puedo decir que es una buena idea, y que entiendo los cuestionamientos iniciales, porque no alcanzaba con ser declarativo. Los gobiernos departamentales también acá han sido claves porque han dado los recursos que hacían falta, los recursos, capacidades, formación y experiencia que complementan todo ese esfuerzo, para que los municipios maduren.
Era una pérdida de poder de las intendencias, también.
Sí, de alguna manera puede ser. Pero al final del día terminan complementándose. Al final del día el alcalde y el intendente no pueden vivir uno sin el otro. Y el que no lo entienda así, se va a llevar a una sorpresa.
¿Incluso siendo de diferentes partidos hay complementación?
Sí, debería haberla. Por supuesto que hay una confianza y una afinidad institucional que hay que marcar. Después están las afinidades más políticas, y luego las confianzas más personales, entre personas o equipos que se relacionan.
No hay que venir más a nacer a Montevideo, entonces.
No, y esa es una bandera que no tiene que dejar de flamear y avanzar. Nos queda muchísimo por madurar en ese sentido, y todavía queda mucho para poder decir que no hay que venir a nacer en Montevideo.
Venís de la industria tambera. ¿Por qué teniendo tanta capacidad natural y experiencia acumulada se dan los tumbos que se dan?
Estás sujeto a los precios internacionales, para arrancar. La producción agroexportadora en general, y la lechera en particular. Hay momentos que son muy buenos, y hay un sector que es muy dinamizante, donde se ve la luz al final del camino, con desarrollo tecnológico, innovación, genética, aplicación de tecnología a la producción. Luego vienen los malos momentos, con los ciclos, y todo eso hay que sostenerlo. Ahí es donde se encuentran las dificultades. En la producción lechera en particular uno tiende a estigmatizar algunas cosas. Como muchas producciones agrícolas, la lechera es de pequeños productores familiares. Por supuesto que los hay grandes, pero la mayoría son familias que viven de su trabajo, de su capital, de su riesgo y sus inversiones. No todos lo terminamos de entender. En las ciudades es más difícil de entender, por la cuestión natural de estar más lejos. Y a pesar de que tenemos un sistema cooperativo que es muy fuerte, todavía no es una cooperativa que funcione con fortaleza del todo. Hoy es noticia que acaban de cerrar un acuerdo porque el funcionario industrial entiende que debería tener muchos más derechos. Nos olvidamos siempre de la columna de los deberes, y de que toda la cadena implica el mismo litro de leche que arranca en la vaca y termina en la góndola de China o Europa. Creo que el reparto de la torta no está equilibrado, a pesar de que el relato pueda ser que no lo está en el sentido del proletariado, cuando lo que hay que entender es que el proletario es el tambero familiar, el peón de tambo.
¿Gana muy poco el trabajador industrial?
Al contrario, gana mucho. En el reparto de la torta y en el valor agregado que le pone, creo que el trabajador industrial está en un saldo más que positivo, en comparación con lo que pone y arriesga la familia tambera. Capaz el saldo es positivo para los dos, pero creo que es bastante más positivo para el industrial.
¿Es el precio internacional el que hace que el tambero sea un esclavo?
No sé si decirle esclavo, pero es el precio internacional el que condiciona, y cómo se reparte después. Porque cuando viene la bajante no le vamos a achacar ineficiencia a todos los trabajadores industriales. Quizás es en las gestiones, en las gerencias o lo que sea, pero el que lo termina de pagar es el productor.
¿Por qué los lácteos son tan caros en Uruguay, en un país con la producción como la que tenemos?
Competimos con un mercado internacional que a veces está a la suba y a veces a la baja. Pero no es solamente eso. Hay una estructura de costos en la que tenemos que trabajar. Los gobiernos departamentales tenemos que ser más eficientes en bajar los tributos y subir los servicios como la caminería rural o la baja del costo de los fletes.
¿El costo de la tierra no es muy alto y uno de los principales problemas?
Por algo se pagan los precios que se pagan y por algo las rentas son las que son. Si no, no existirían arrendatarios y arrendamientos, cuando además compiten tantos sectores donde la base productiva es la misma hectárea.
Producís leche y tenés que pagar como si fueras sojero.
Si el productor ve la oportunidad, quedate tranquilo que en esa hectárea se va a plantar soja y no se va a producir leche.
¿Corre riesgo la industria lechera?
En un momento estuvo la incertidumbre de ver qué pasaba, sobre todo cuando vienen esas olas fuertes de grano. La forestación también impactó en un momento.
¿Ahora hay equilibrio?
En ese aspecto, sí. Creo que pasa más por otras realidades y no por el costo de la tierra.
El intendente del interior era casi un señor feudal, sobre todo en algunos departamentos. ¿Sigue siendo así?
Hay algunas cuestiones que pueden tener asidero. Existen esas etiquetas, que han alimentado ese personaje y la idea, además, de que las intendencias son ineficientes y malas ejecutoras. Me animo a decir todo lo contrario. Y además cada vez es menos. La característica principal es adaptarse al dinamismo, a la gestión. Algunas cuestiones son ya cada vez más inadmisibles hasta por la propia base electoral, por el reclamo de muchos vecinos o amigos.
A veces los caudillos ganan a pesar de una gestión espantosa, porque son caudillos.
Cada vez menos.
No quiero empezar a mencionar, pero…
¿Es de los intendentes, es de los entes autónomos, es de los ministerios? Hemos escuchado que determinado ministerio ha sido un hogar para determinado amigo de determinadas cuestiones. ¿Por qué los intendentes sí y los ministerios no?
No estarás pensando en Vivienda, ¿no?
No, estaba pensando en el MIDES. Por ejemplo.
Pobre Lema, qué culpa tiene.
No me refiero a Lema, no creo que le haya dado el tiempo para mucha cosa en un año. Pensaba en el pasado.
¿Cómo está Florida en la relación entre funcionarios y población? La intendencia y el cuartel son fuentes de laburo. ¿Tenés cuartel en Florida?
Dos, por suerte.
¡Por suerte! Saliste miliquero.
Es para abonar el argumento. En ese sentido, sí es una presión, y de hecho hemos entendido que algunas herramientas ya no son posibles para la gestión, porque nos debemos a todos. Y acá tenés una muestra. Desde los intendentes surge el programa de oportunidades laborales Jornal Solidario. Todos estamos dispuestos a poner, pero blanqueemos la situación. El gobierno nacional pone desde el Fondo Covid. Este año pudimos repetirlo, el gobierno nacional puso el 80% y los gobiernos departamentales el 20%, y estamos dando una oportunidad laboral que nos obliga a otras cosas. Hay cosas que están quedando de lado, y que se van acompasando. Entiendo que exista ese mote de que el caudillo arregla todo con acomodo y con amiguismo, pero la presión social y la responsabilidad que todos tenemos hace que vayamos caminando hacia abandonar prácticas de ese tipo.
Lo ves mejor.
Es una amenaza y una tentación ante las que hay que estar siempre vigilante, en todas las estructuras públicas. También en este ambiente hay algunas prácticas que son cuestionables, pero las hay en todas las actividades. ¿Quién no conoce a alguien que se dedica a los negocios y es mal negociante, por no decir un cagador? Y en cualquier actividad. ¿Quién no conoce un buen y un mal director técnico de fútbol? ¿Quién no conoce al que promociona a algunos jugadores por algo?
La diferencia es que uno administra bienes que son de toda la sociedad. En la actividad privada podrá haber buenos y malos. En la actividad pública la ética tendría que ser la norma.
Exacto. Es en esa idea de caudillismo cuando uno tiene la impresión de estar por encima del bien y del mal, sintiendo ciertos derechos o posesiones que no son tales. Pero creo que cada vez hay menos espacio para esas cosas.
Hay más transparencia, todo sale más a la luz.
Hay más transparencia, más comunicación. Hay mecanismos de control que han mejorado muchísimo. Y hay una presión social en este sentido, como en otras cosas, por ejemplo, lo ambiental, donde hay cosas que son inadmisibles.
No respondiste de la ecuación funcionarios con población.
En Florida no somos los mejores ni los peores de la clase. En el pelotón estamos de media tabla para arriba. En Florida hay dos indicadores que siempre surgen cuando hablamos de estos temas. Uno son los ingresos a la función pública en la intendencia. Venimos en mil cien funcionarios en los últimos años, y no ha crecido el número, sino que se ha repuesto, y el 95% y pico ha sido por llamado a concurso. Los gobiernos departamentales tienen la potestad de contratar por sí y ante sí. Lo otro es cómo viene la economía, y ahí el debate es más amplio. Una buena gestión no significa tener una caja saneada. La pregunta es: ¿si la caja está así, dónde está entonces el recurso? ¿Está en la gente? Ahí me animo a decir que estamos bien ranqueados entre los mejores de la clase. Sí, tenemos un pasivo acumulado, pero también tuvimos un fideicomiso por el cual se hicieron obras históricas para Florida. Fue la primera intendencia que hizo el recambio de luminaria por completo hacia la eficiencia energética, lo que nos posibilitó bajar la tasa de alumbrado gracias a la inversión que hicimos. Pero claro, la inversión nos subió el pasivo acumulado por asalto, porque toda esa inversión cayó en un año, y el fideicomiso cayó en otro año. Sí, siempre hay que mirar los números económicos, porque uno tiene que darle sostenibilidad y porque son los recursos de todos.
¿Mil cien funcionarios para cuántos pobladores?
Setenta mil. Está en el último informe de la Oficina Nacional de Servicio Civil. Estamos en mitad de tabla para arriba.
¿Y los asesores? Es otro tema que se cuestiona. O pasantías…
Como quieras lllamarlas, unas más divertidas que otras. No tener más asesores no significa que estás haciéndolo mejor o peor. Depende de los asesores. Depende de si sos amigo de la barra pero además estás haciendo un aporte. Con la gestión moderna de hoy, si queremos mejorar los indicadores, tenemos que estar bien asesorados en calidad y cantidad. El gobierno departamental de Florida ha ido incorporando muchas competencias que no estaban. Un día estaba el hipódromo caído, y lo levantamos. Es una actividad que mueve. ¿Cuántas familias trabajan asociadas al turf? En infraestructura deportiva hemos invertido decenas de millones de dólares en los últimos años. ¿La vamos a dejar caer? Hay que mantenerla. Y a lo mejor eso necesita un equipito para mantenimiento, o un contrato que lo mantenga y alguien que lo controle. Y darle contenido. Porque no es levantar un gimnasio y nada más. Hay que pensar en el otro día del corte de cinta, cuando se van las luces. Para eso se precisa un gestor en deporte, un asesor que nos enseñe a concebir hacia dónde vamos. No necesariamente tener un equipo de asesores más grande implica ser ineficiente.
Al contrario.
Dentro de determinado marco, por supuesto, y cuando es en serio. En direcciones de cargo de confianza y políticos, de vuelta, ¿cuál es el balance y cuál es el equilibrio? Hay intendencias que tienen poquitísimos y esos cargos los terminan ocupando funcionarios municipales de carrera y demás, pero que a lo mejor no tienen confianza política con la jerarquía. Ahí hay una linda mixtura. Por supuesto, todos los extremos son malos. También la confianza política implica la posibilidad de llegar a acuerdos políticos, y todo forma parte de las negociaciones, y negociar es dar participación, y la participación requiere hacerse cargo. No se trata de tener ni dos, uno con la visión y otro para cerrar los acuerdos, ni cuarenta, para darle participación a cada lista y a cada sector. Cuando hablamos de asesores o cargos de confianza, el balance está en la dimensión de la gestión y la de los acuerdos políticos para que el proyecto sea sostenido por el mayor espectro.
¿Qué pasó con la zona franca en Florida? Fue un conflicto que dio problemas mucho tiempo.
Está funcionando, y bien, por supuesto con el flagelo de la pandemia. Pero funciona bien y es una de nuestras cartas de presentación para atraer capitales, inversiones y generar oportunidades de trabajo para los floridenses.
¿Consiguieron inversiones de China?
Algunas se cristalizaron y otras no. Captar inversiones lleva trabajo. Hay que ir y gargantear, y que después los privados vean las oportunidades que se plasman. Una cosa que hemos aprendido en los últimos tiempos es que hay que ayudar a mantener el clima adecuado. Las inversiones son puestos de trabajo, y se necesita consolidar los que ya están generados, frente a las amenazas que haya.
¿Cómo te llevás con ADEOM Florida?
Bien. Ellos defienden sus intereses, que son los del funcionario y el gremio. A mí me toca defender los intereses de todos los floridenses, los municipales y lo que no, los que me votaron y los que no. Ahí estamos. Dos por tres tenemos que poner en claro cuáles son los roles de cada uno. En la vorágine a veces se confunde.
¿El tratamiento para con las intendencias cambió con el cambio de gobierno?
Es distinto.
¿Mejor o peor?
Quiero ser claro. La relación del gobierno nacional anterior con los gobiernos departamentales de los que puedo dar fe fue muy buena institucionalmente y en confianza política. En algunos períodos fue mejor que en otros. La presidencia de Mujica fue una buena experiencia en ese sentido, por lo que pudimos ver de costado y por lo que nos comentan algunos colegas que estuvieron allí. Ahora es distinto. Por supuesto que hay una confianza institucional que está clara. Hay confianza política y personal. El ministro de Trasporte y Obras Públicas fue intendente, y fue intendente de la barra. El subdirector de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto fue intendente, Benjamín Irazábal, exintendente de Durazno. La subsecreataria del MIDES, Andrea Brugman, fue intendenta de Florida. Y podemos seguir en varios lugares. Es mucho más fácil ahora entender el problema. La relación con el Frente Amplio fue muy buena, pero la manera de concebir la intendencia del interior es diferente, y muchos compañeros que están tomando decisiones, incluyendo el presidente de la República mismo, prefieren ese contacto directo y personal, y tenemos muchísima confianza. No hay que dejar de reconocer que, para el Partido Nacional, que es de lo que me permito hablar, y no de la coalición de gobierno porque estaría hablando de los otros partidos, es un nicho electoral con el cual tiene que estar bien, en las intendencias del interior y en el interior profundo.
Tienen quince intendencias.
Y, si se miran los datos electorales, es del interior de donde viene el espaldarazo electoral. Hay que ser coherentes.
Es una cantera que no pueden descuidar.
Efectivamente, si lo hablamos en términos de interés electoral puro y duro. Para nosotros el Congreso de Intendentes implica un desafío, también, porque siempre tuvimos una mayoría de intendencias distinta al gobierno nacional. Tenemos que gestionar mejor nuestras discusiones internas para que los compañeros de la bancada del Frente Amplio no se sientan por fuera de las discusiones.
¿Por qué los blancos ganan tanto en el interior?
Hay una concepción histórica.
Florida tuvo un período de gobierno frenteamplista.
Entre 2005 y 2010, en el apogeo de la sensación de crisis posterior al 2002, con la sensación de la esperanza que generaba el cambio. Uno no puede tomar conclusiones con un dato aislado, pero sí fue una foto.
¿Fue golondrina de un solo verano?
Veremos. Los períodos posteriores muestran que esos años no fueron la normalidad. Y después está el cómo se concibe el interior, donde el Partido Nacional se siente más reflejado, y es de ida y vuelta, así como en su momento el Partido Colorado estaba asociado a lo urbano, un lugar que hoy ocupa el Frente Amplio.
¿Se siente tan soberbia en el interior la mirada capitalina? Lo que uno recibe del interior es que el montevideano se siente superior.
Hay de las dos cosas. Hay una discriminación cruzada. Así como es cierto lo de: “Mirá este canario bobo cómo se para en el semáforo”, también es cierto lo de que en Montevideo “piensan que la leche sale de la góndola”.
O que en el interior se les mata el hambre.
O que todos los tamberos van en cuatro por cuatro, cuando en verdad van de bota de goma. Y hay otra cosa también, que es una autopersecución cruzada. El del interior se persigue con que el de la ciudad lo va a ver desde un lugar soberbio, y el de la ciudad percibe que el del interior lo va a ver con distancia. Hay una discriminación cruzada y un prejuicio, un asumir que el otro te va a ver de determinada manera, cuando en realidad capaz no es tan así. Eso genera distancia y mecanismos de defensa.
Se escucha de un lado y del otro.
Después está lo caricaturesco. Es más fácil decir dónde están las diferencias que decir las cosas que nos unen. Está lo del semáforo, lo de la puerta automática, lo de la escalera mecánica, contra lo de la leche y la góndola y lo de que el cordero es el hijo de la vaca.
¿El desarrollo de la descentralización de la educación no favorece una integración nacional mayor?
Sí. Hoy más uruguayos que antes pueden acercarse a la educación y tener oportunidades aplicadas al medio. También para las instituciones educativas ha sido un proceso interesante. Ahora yo enseño física pero aplicada, en Tacuarembó la aplico a lo que pasa allí. Radicar equipos docentes genera un derrame, y es claro. Y alivia en otro sentido, ¿porque cuántos volvemos cuando vamos a formarnos a la capital?
La migración hacia lo urbano es un problema universal. El campo se despuebla.
Con esa inercia hay que estar peleando todo el tiempo.
¿Y cómo la peleás?
Dándole oportunidades a la gente del interior, lo que decíamos que hizo el Pájaro. Tan importante es una cuadra de hormigón en Puntas de Chamamé como lo es en el centro de Florida. Un peso per cápita en el interior te va a rendir menos, pero tenemos la obligación de hacerlo para poder contrarrestar ese imán. El proceso de descentralización de la educación acerca más gente y genera aplicación de conocimiento por la presencia de los docentes y por el desarrollo local.
La gente para quedarse en el lugar hoy requiere más comunicación y mejores servicios.
Por eso hay que llevar servicios. Es más fácil invertir en una cuadra de fibra óptica en una zona urbana que en un kilómetro en el interior.
¿Cómo están la situación social, el desempleo y los indicadores económicos con respecto a la media del país?
En desempleo estamos mejor que la media, según los últimos datos. Pero eso no nos alcanza. La frontera tiene sus temas, que son cada vez más complicados a medida que te vas al norte.
Pero no porque no haya riqueza, sino por un tema de descentralización, también.
No sé si es eso, porque también ves las variables de desempleo y la capital tiene sus problemas en los índices de desempleo, por
encima del promedio nacional, incluso siendo, creo, la que empuja el promedio nacional para arriba.
Mandan los desempleados para acá.
No los mandamos, vienen solos (risas). Pero sí, capaz que obedece a un tema de descentralización como solución a ese tema. Florida en esos índices de desarrollo humano viene bien. La realidad en el interior es que es más fácil que el desempleo no sea un número sino un nombre, Carlos, José, Juan, el que te cruzaste ayer y te dijo que está desesperado. A veces hay que tener en cuenta los indicadores, sí, pero la cercanía también te impide mirar el número en sí mismo y te lleva a ponerle un nombre y una cara.
En Montevideo cada vez se ve más gente durmiendo en la calle. ¿Cómo está la situación en Florida?
Hay asentamientos, pero están controlados. Estamos hablando de algunas decenas de gente que no tienen hogar. Dimos mucho en la pandemia para esas necesidades básicas, comida, abrigo y techo. El año pasado creamos una herramienta muy buena, el Fondo Social Florida, donde todos los partidos políticos, bien lejos de la elección y en la mitad de la pandemia, nos sentamos juntos. Estuvo bueno, porque dejamos de lado alguna pavada que podíamos tener y pensamos en la gente. Estaban las amenazas de las ollas populares, de esto y lo otro, y ahí generamos una batería de recursos que votamos en la Junta por unanimidad, para un crédito acotado y una comisión de seguimiento de todo, con lo que pudimos atender las necesidades básicas de alimentación y abrigo, y los jornales solidarios, que el año pasado multiplicamos por dos con respecto a lo que venía del Fondo Covid. Generamos también un equipo para atención y seguimiento psicológico, que salió al interior. Ahora lo estamos sosteniendo, porque muchas de las familias que acudieron ese servicio ahora lo siguen necesitando, porque no es que salís de la pandemia y se termina el lío. Los indicadores salieron bien. Generamos también algún rubro para ayudar a los merenderos que pudieran surgir, bienintencionados. Se controló que no proliferaran, que fueran contados.
¿A qué se debe el término “bienintencionados”?
Todos sabemos que en este tipo de cosas en general son bienintencionados pero no todos. No pasó en Florida, pero sabemos que a veces hay otro interés.
¿Generar rédito político?
O gremial, o social, o religioso. No quiero generalizar.
Es un tema filosófico. ¿Si una iglesia hace caridad, no hay que apoyarla?
Hay que apoyar a todos, pero hay que hacer el seguimiento para que los recursos de todos vayan en ese sentido. Generalicé para no enfocar el comentario solamente en lo político. Es político principalmente, pero no solo.
Lo político capaz choca más, pero una olla gremial puede tener luego su rédito, si hace su obra.
Apoyamos a todas las que hicieran falta. En Florida no surgieron tantas, para sabemos que en esa movida se buscaba generar demandas que no existían.
Todos hemos visto fotos en las redes de los paquetes de fideos con propaganda política de alguna intendencia, hasta con el nombre y número de lista.
Es una discusión filosófica, o no. Podría no tener el cartel de la agrupación política, y en ese caso estar bien intencionado.
Lograron una política de Estado a nivel departamental.
En el marco de la pandemia y bien lejos de la elección.
¿Por qué no se logra a nivel nacional?
En algunas cosas se ha logrado. Algunos intentos fueron un fracaso. Se juntaron, se sentaron, redactaron y fracasaron. En otras cosas que no se escribieron sí se logró plasmar, y hay valores que son política de Estado para el exterior que nos mira. La seguridad a las leyes y las normas legales, a la Constitución, los valores democráticos, el diálogo que tenemos los uruguayos. Eso es política de Estado y no está escrito en un documento multipartidario. Otras veces escribimos cosas que, en cambio, terminan en la papelera. Hay políticas de Estado. Sabemos que hay cosas que llegaron para quedarse. Hay legados y una construcción colectiva que es histórica, y cosas que se hicieron bien y sientan un precedente, en las que no se va a ir para atrás.
Ceibal nació en Cardal.
Fue la primera escuela que recibió el Plan Ceibal. Eso llegó para quedarse. Nadie reniega de eso ni deja de reconocer el valor que tuvo la administración de Tabaré Vázquez al implementarlo.
¿Los intendentes perciben el rol que pueden jugar en el Congreso de Intendentes, o cada uno mira su chacra y se juntan para comer asado?
Diste en la clave. Es la pregunta que nos estamos haciendo y que nos hacemos siempre. Creo que el Congreso de Intendentes después de haber subido algunos escalones está llamado a tener un rol institucional más fuerte. Me refiero a la formación del Congreso, que es constitucional en la reforma. Lo segundo es el SUCIVE, el final de la guerra de patentes.
Eso fue hasta ridículo.
A partir de ahí nos obligó a modificar muchas cosas que son ridículas, y que no pueden ser. Después nos animamos a proponer algunas cosas. Lo de Jornales Solidarios ya te lo dije, pero también está el tema asentamientos y el Plan Avanzar. En Florida aspiramos a tener asentamiento cero, y creo que lo podemos hacer en este período, o en los primeros tiempos del que viene. Estamos pidiendo la bolada en el Congreso de Intendentes para que las intendencias sean escuchadas en algunas competencias que son del gobierno nacional. Todo el tema bromatológico, unificándolo. Esos son los escalones que hemos subido, pero ya hemos entendido que podemos identificar tanto nuestras competencias como aquello en lo que no tenemos competencias. A veces les llamamos incumbencias, cuando golpean la puerta del intendente por temas de salud o seguridad pública. En algún momento la reunión del Congreso de Intendentes fue testimonial. Con esto que te digo ha ido creciendo, y estamos en un fortalecimiento del Congreso, para darle una visibilidad que a lo mejor no está en la opinión pública, o en otras instituciones del sector público.
Tenés los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y el Congreso de Intendentes sería casi un cuarto poder, porque hasta incluso es recaudador.
La recaudación la hace cada gobierno departamental dentro de su autonomía. Tiene recursos.
La mayoría de los organismos, en cambio, dependen de los poderes Ejecutivo y Legislativo. Está en la Constitución, debería tener una voz mucho más pesada. A un intendente nadie la da mucha bola.
Es una responsabilidad nuestra que nadie lo conozca como para darle bola. Pero empieza a estar en consideración cómo se relacionan con el gobierno nacional y con la política internacional. Los gobiernos nacionales tienen ámbitos de debate, sí, pero también los gobiernos subnacionales, como se les llama a nivel internacional, tienen ámbitos de relacionamiento, de debate, de cooperación.
Los propios departamentos fronterizos tendrían que tener un relacionamiento mucho mayor con Brasil y Argentina.
Lo tienen, pico a pico. A lo mejor falta un congreso de intendentes con sus pares de Argentina o Brasil, como nos falta a nivel latinoamericano o del mundo todo. Pero el Congreso de Intendentes está madurando en ese sentido. El año pasado hicimos un presupuesto que fijó las bases normativas que nos permitíamos regular. Mejoramos la estructura interna para que permita seguir la interna de los temas que una vez por mes tratamos en el plenario. Ya hay una concientización del peso, sobre todo en el tema de multas y de permisos nacionales de conducir. Vamos hacia eso. bromatología también es una demanda que tenemos que unificar.
No puede ser que las normativas de construcción o sanitarias sean diferentes en Montevideo, Canelones, Salto o Maldonado.
En términos generales no pueden ser distintas, pero no es lo mismo Pocitos que Vichadero. Hay sutilezas que hay que tener presentes, pero sí, es parte de lo que hemos trabajado y creo que cada vez hay más consciencia en todo.
En ordenamiento territorial tendría mucho que decir el Congreso de Intendentes.
De hecho, hemos trabajado fuerte en ordenamiento territorial, cada intendencia, con el apoyo, por ejemplo, del Plan Costero, donde se juntaron las intendencias de la costa. Hay directrices de ordenamiento territorial en cada departamento, y planes más grandes en las ciudades. Tenemos también la competencia de policía territorial, para controlar la generación de asentamientos, etcétera.
Van a tener sede propia.
Existe esa posibilidad. En primer lugar, una ampliación de esta sede, de lo que estamos muy agradecidos. Nos está quedando chico el espacio que tenemos, por algunas competencias o roles que estamos incorporando en esa madurez de la que hablábamos recién.
Muchas veces el intendente, en esto de mirar la relación con los vecinos, mira el jardincito y no mira la pradera.
No en todos, pero en casi todos los intendentes hay una consciencia clara en el Congreso, y una mirada común. Hemos entendido el valor que tiene el poner un problema sobre la mesa y ayudarnos a resolverlo. No es lo mismo estar solo en la resolución de un problema que estar compartiéndolo con los otros intendentes. En general, los problemas son parecidos, y tratan de cómo usamos los recursos para dar solución a determinados temas. Eso es lo que nos permitió el consenso, priorizando los problemas y dejando los problemas políticos para alguna otra tribuna o escenario. Lo estamos entendiendo. Pero también es cierto que somos electos por los vecinos de nuestros departamentos, y a ellos nos debemos. Cuando uno invierte tiempo en una cuestión supradepartamental, en el caso del Congreso de Intendentes o cuando va a foros regionales, uno tiene que recordar que se debe a José y a Pedro, que me votaron en Florida. Pero entendemos que en Florida todos estamos mejor si el Congreso de Intendentes está mejor, si la oportunidad de dedicarle tiempo a eso como presidente del Congreso me permite conocer y ver algunas oportunidades para todos los intendentes y para Florida en particular. Vamos transcurriendo entre esas dos cosas. Somos electos por los vecinos del departamento, y a ellos nos debemos. Tenemos una obligación electoral. Pero en casi todos los intendentes hay un fuerte compromiso con el Congreso de Intendentes.
¿Cómo blanco, estás satisfecho con el gobierno que dirige el Partido Nacional?
En términos generales, sí; pero hay mucho por hacer. Por lo pronto la impronta del presidente y del equipo de gobierno la compartimos completamente.
¿De todo el gabinete?
No necesariamente. Por supuesto que siempre hay cosas para hacer y mejorar. Sobre todo, ahora la preocupación principal es que los buenos resultados de algunos indicadores los pueda ver la gente. La clave es el resultado. Esto se mide por resultados, no por otra cosa.
¿Por qué la gente no está viendo el crecimiento macroeconómico?
Por un poquito de inercia. Y no soy experto en el tema, pero creo que se tendrá que acomodar alguna cosa en el sistema económico para que empiece el derrame. Creo que hay determinada inercia que, a mi modesto entender, no está llegando a la gente.
Sé que con la pandemia hubo gastos especiales que nadie planificaba. También se sacó un rédito político del manejo de la pandemia.
Al final del día veremos si el costo no terminó siendo mayor, por el tiempo que insumió y quitó tiempo para otra cosa. Hoy hablás con los vecinos y ya la pandemia hace tiempo que dejó de ser el principal problema.
Seguridad y empleo son los temas que encabezan. Parece que están guardando la guita y las realizaciones para el 2024. En año electoral se abren las canillas.
Ahora está en discusión la rendición de cuentas, pero creo que no se está guardando mucho. Siempre apretar es antipático. ¿Decís que se aprieta para soltar después?
Generalmente suelen hacer eso, inclusive los intendentes.
Creo que no están habiendo los recursos disponibles para hacer un esfuerzo mayor. No creo que se esté especulando para el año que viene. Después también hay cosas que no se dan vuelta, por más que te hayas guardado y lo pongas al final arriba de la mesa. Además de estar muy condicionados por algunos compromisos preelectorales, como no apelar a mayores impuestos.
¿En qué es atractivo Florida para un inversor?
Su ubicación y la gente.
Es muy genérico. ¿En qué invierto diez millones de dólares en Florida?
En un centro logístico asociado al transporte multimodal. Ferrocarril Central, Ruta 5 doble vía proximamente, conexión este-oeste con la Ruta 56, y hacia el norte la llegada de toda la producción. Tren, puerto, cualquier punto del mundo. Creo que la logística va hacia ahí. El puerto ya está medio comprometido en cuanto al espacio. Vamos a buscar espacio hacia afuera, ¿por qué vamos a estar apretados en la zona metropolitana si con el ferrocarril nos ahorramos costos?
Querés abrir un puerto en Florida.
Un puerto seco, cómo no. Entrás y salís a una zona con camión o tren, directo al puerto. Bajás los tiempos de amarre, que son lo costoso de los fletes marítimos. Bajás los tiempos de espera para la exportación de ganado en pie, la producción de grano, leche y productos lácteos, y de carne para todos los frigoríficos que estén al norte de Florida. ¿Por qué tienen que despachar en el puerto de Montevideo y no en un puerto seco?
La tiré como bolazo y me ganaste.
Es una linda oportunidad. Florida tiene el problema de estar lejos y cerca de Montevideo. Está cerca para lejos y lejos para cerca.
Dos por tres sale alguno y habla de que en vez de departamentos tiene que haber regiones, para evitar costos administrativos.
Hemos escuchado eso. No es que no me sirva, pero no me convence.
¿Es tan fuerte el arraigo de los departamentos?
Sí. Reducir la estructura de cualquier institución pública es una visión fácil, un discurso lindo y agradable que puede resultar simpático, pero en este caso es a partir de un desconocimiento de la idiosincrasia. ¿Y cuánto te ahorrás? Si hablamos de la creación de municipios, entonces una cosa va en una dirección y otra en la otra.
Si anexás Flores, tendrías dos diputados más en Florida.
O los tendrían en Flores.
¿El fútbol no se ha logrado integrar? Tiene que venir a competir a la liga de Montevideo.
Yo disfruto el campeonato del interior.
Pero ni siquiera representa al país después. ¿Es un correlato del resto de las cosas del interior?
Hay muchas coincidencias con las cosas de centralización y descentralización de que hemos venido hablando. Hay esfuerzos muy nobles que se han instalado, como Cerro Largo Fútbol Club.
Pero no es integración, es una farsa, si tienen que venir a competir a la liga de Montevideo, llamada “fútbol uruguayo”.
Sí. En el profesionalismo. Termina siendo una farsa porque no es representativo del lugar. Igual sí hay una integración, aunque quizás no con la capital y el fútbol profesional.
Que tengan plazas para competir en la Sudamericana, en la Libertadores.
A partir de que OFI integra los cuadros de decisiones en la AUF creo que ha habido un cambio, y hay intenciones de campeonatos uruguayos. Hubo esfuerzos de integración que clasificaban a las copas sudamericanas. No es fácil el profesionalismo. Es un tema que tenemos pendiente, y lo mismo pasa en otros deportes, como en el básquetbol, por más que el litoral es muy fuerte en esa plaza. Es más, para tener un espectáculo de primer nivel en Florida tenemos que llevar a Boston River.
El único curro que tiene Florida es San Cono.
San Cono, la Virgen de los Treinta y Tres y el 25 de Agosto.
Y los alfajores.
Eso es en Minas. Ese es el centralismo tuyo que no te permite conocer el interior (risas).
Hacen una mística turística con San Cono que… Y en un país laico.
Es un santo laico, que no está dentro de la diócesis. San Cono es una comisión, es una capilla privada.
¿Privatizaron la iglesia?
San Cono es Florida. En Florida hay gente que no es creyente y aun así es devota de San Cono. Habría que estudiarlo sociológicamente. La imagen de San Cono está en varios lados de América Latina, y en pocos lados se identificó tanto con una comunidad como en Florida. Vino con la comunidad italiana. De varios lugares han venido a visitarnos para ver cuál ha sido el secreto del éxito de San Cono en Florida. Es de esas cosas que no tienen explicaciones, la gente se apropia y es un ícono. Durante la pandemia estuvo la polémica por el santo recorriendo las calles en una camioneta de la Intendencia. La gente lo pedía. Salían al zaguán o a la ventana y veían pasar al santo. Es difícil de entender de lejos.
¿Vas a competir con el Pájaro Enciso por la Intendencia?
No, para nada.
Vos podés ser reelecto, y él puede ser electo nuevamente.
El Pájaro es nuestro líder, y su liderazgo es generoso. Me sentiría incómodo compitiendo con el Pájaro. Hablaremos sobre la perspectiva hacia adelante, pero no me veo enfrentado al Pájaro.
Se porteñizó, no quiere volver. ¿El exilio político no va a afectar su carrera?
Entiendo que puede manifestarse como un distanciamiento, pero es la embajada política más importante de todas. Y estamos cerca. Conociendo la capacidad política del Pájaro, sé que todo lo transforma en una oportunidad.
Un tipo con esa capacidad debería estar en un ministerio de más relevancia. Es difícil pasar de la política departamental a la nacional. Son muy pocos los que lo han logrado, en la historia.
Larrañaga.
Y no muchos más.
Tabaré Viera.
No tiene la misma proyección. En los últimos treinta años el único fue Larrañaga.
Es difícil, sí. Vi de cerca la odisea del Pájaro en la elección pasada con su grupo Dale, y es duro. Yo le soy leal y confío en su capacidad.
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