La salud está enferma por Ignacio Martínez
Basta mirar y comparar el Sistema Nacional Integrado de Salud hoy, para apreciar su deterioro creciente, la privatización y tercerización de grandes servicios y la aparición de un fenómeno que bien podría sintetizarse diciendo “tanto pagás, tanto te atendemos”.
Se pueden constatar retrocesos del funcionamiento, largas listas de espera por prolongados lapsos que llegan a meses, deshumanización frente a pacientes y familiares, falta de medicamentos, larguísimas esperas en las urgencias con ambulancias varadas y el paciente arriba, para nombrar algunos ejemplos.
El MSP parece que dirige cada vez menos el sistema y se deterioran las políticas sanitarias, entre las que se cuenta la participación de la gente en el control y supervisión, ya que cada vez tiene menos que ver con esa función colectiva, interactiva y social tan vital.
Sobre las políticas en tiempo de pandemia, no todo fue bueno ni todo fue malo. Lo que sí se nota es que hoy poco y nada se han atendido las consecuencias que trajo esa enfermedad en el terreno psico-físico-social y la necesaria coordinación de diversos ministerios para cubrirlas bien, hoy prácticamente inexistente.
Hoy muchas mutualistas, por no decir todas, están atravesando la paradoja de multimillonarios ingresos junto a una crisis económico-financiera insostenible. La solución pareciera tercerizar todo o, en la salud pública, privatizar. Lo cierto es que hace tiempo que se ve una salud VIP para acaudalados y una salud empobrecida para la mayoría. Basta ir a la farmacia del CASMU, por ejemplo, para ver cómo se atiende vertiginosamente a los que pagan más y se condena a verdaderos plantones a la mayoría.
El derecho universal e igualitario de la salud ha pasado a ser apenas un derecho parcial y desigual en los hechos. Y el MSP es el gran ausente o, lisa y llanamente, el gran sostén de estas realidades que enferman a la población. Así el SNIS no se sostiene ni se extiende igualitariamente a la población ni mejora sustancialmente su calidad asistencial.
No todo es reclamo presupuestal. No. Desde estas líneas también reclamamos más profesionalización del personal médico y no médico, con mejores salarios, invirtiendo donde se debe, con más participación de personal y usuarios.
De seguir en esta línea, donde el que menos importa es el pueblo que se asiste, vamos a desembocar en una medicina de clase para beneficiar a los más pudientes, casi como una réplica de los seguros norteamericanos donde te atendés si el seguro te cubre, si no, embromate y reventá.
POR MÁS PERIODISMO, APOYÁ VOCES
Nunca negamos nuestra línea editorial, pero tenemos un dogma: la absoluta amplitud para publicar a todos los que piensan diferente. Mantuvimos la independencia de partidos o gobiernos y nunca respondimos a intereses corporativos de ningún tipo de ideología. Hablemos claro, como siempre: necesitamos ayuda para sobrevivir.
Todas las semanas imprimimos 2500 ejemplares y vamos colgando en nuestra web todas las notas que son de libre acceso sin límite. Decenas de miles, nos leen en forma digital cada semana. No vamos a hacer suscripciones ni restringir nuestros contenidos.
Pensamos que el periodismo igual que la libertad, debe ser libre. Y es por eso que lanzamos una campaña de apoyo financiero y esperamos tu aporte solidario.
Si alguna vez te hicimos pensar con una nota, apoyá a VOCES.
Si muchas veces te enojaste con una opinión, apoyá a VOCES.
Si en alguna ocasión te encantó una entrevista, apoyá a VOCES.
Si encontraste algo novedoso en nuestras páginas, apoyá a VOCES
Si creés que la información confiable y el debate de ideas son fundamentales para tener una democracia plena, contá con VOCES.
Sin ti, no es posible el periodismo independiente; contamos contigo.
Conozca aquí las opciones de apoyo.