Home Contravoces Más elementos para el imprescindible balance: NUESTRO LENGUAJE por Ignacio Martínez
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Más elementos para el imprescindible balance: NUESTRO LENGUAJE por Ignacio Martínez

Más elementos para el imprescindible balance: NUESTRO LENGUAJE por Ignacio Martínez
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Parece algo menor, pero no lo es. En nuestros discursos, muchas veces nos referimos al pueblo hablando “de la gente” en tercera persona, cuando, en realidad, siempre deberíamos hacerlo en primera persona porque nosotros somos la gente. ¿Se entiende? Cuando decimos “los problemas de la gente”, deberíamos decir “nuestros problemas”. No hacerlo nos ubica fuera del concepto de pueblo y eso resiente cercanías, aumenta distancias y nos aleja, cosechando la idea negativa de “los dirigentes allá y nosotros acá”.

No supimos hacer crecer entre nosotros el sentido de pertenencia de los cambios que se estaban produciendo en el país y todas las mejoras concretas que nos beneficiaban.

Entender y sentir que las cosas conseguidas han sido fruto de luchas, de sacrificios, de esfuerzos unitarios entre todos, es fundamental. Lejos debemos estar de ideas de dádivas, de “nosotros te lo hacemos” o “nosotros te lo otorgamos”. Cerca debemos predicar la idea de “vení que lo hacemos juntos” o “sin vos no podemos hacer nada”.

¿Qué quiero decir? Que sin el protagonismo, sin la participación con decisiones que se respeten y se ejecuten, sin el trabajo conjunto de cada uno de nosotros interviniendo dónde nos toque, todo será provisorio y débil. Hacer nuestra cada conquista, educarnos en que lo logrado es el resultado de un trabajo colectivo, eso nos fortalece y nos da convicción para defender lo conseguido.

Si me queda la idea de que tal beneficio “me lo dieron”, también podré transigir de que “si lo pierdo o me lo quitan, por algo será”.

Hubo compañeros que emitieron mensajes o incurrieron en actitudes que adolecieron de estilos de soberbia, con poca dedicación a la consulta con el pueblo organizado y donde lamentablemente se dejaban traslucir las apetencias por puestos y, por ende, sus remuneraciones.

¿Por qué no se hizo una clara reducción de los altos salarios percibidos, por ejemplo, por ministros, parlamentarios y altos cargos que mostraran una señal de austeridad, de dedicación militante y de vocación de servicio donde la demasía se destinara a ayudas sociales? ¿Por qué no difundimos con energía las actitudes de compañeros que sí renunciaron a beneficios, donando ingresos para fines populares?

En otro orden, muchas veces el Frente Amplio dio respuestas a destiempo y, simplemente, no las dio. Fueron las organizaciones sociales (PIT-CNT, FUCVAM, FEUU, ONAJPU, CRYSOL, entre otras) quienes tomaron la cabecera de la coherencia, ganando la calle, denunciando las posturas reaccionarias de la derecha y de las cámaras empresariales, o enfrentando a quienes permanecían agazapados en la impunidad. Fueron estas organizaciones y no otras, las que denunciaron los avances bélicos y explotadores en el mundo y la región, como sucedió hace unos días, cuando rechazaron la presencia en el país de Bolsonaro, Almagro y Áñez (que al fin no vino).

Es función de la fuerza política dar respuesta a todas y cada una de las situaciones que se presentan en el país. No alcanza con que tal o cual compañero o compañera emitan su posición. El FA como fuerza política  debe anunciar su postura clara, concisa, de argumentos categóricos, sobre el acontecer nacional, regional e internacional.

Para ello, claro está, se impone trabajar denodadamente por establecer mejores vías de comunicación entre la fuerza política y todos nosotros. Las redes sociales, las audiciones radiales y, eventualmente, las señales televisivas, deben ocupar un lugar central en la rectificación de rumbos que hagan del lenguajes, de nuestras expresiones y de nuestros mensajes, instrumentos de educación, de formación, de posicionamiento, de denuncia y de la gestación del triunfo de un próximo gobierno frenteamplista. Para esto, amplitud, unidad y grandeza en la construcción del discurso común, desde muchos epicentros frenteamplistas que generen múltiples círculos concéntricos que se expandan y lleguen a todas las personas que habitamos este hermoso país.

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