Seguramente sean muchos los que en 2005 descubrieron por primera vez a Wallace y Gromit, dos simpáticos personajes de la empresa animada Aardman que lograron ganar el Oscar con la película La batalla de los vegetales. El dúo, inventado por el cineasta Nick Park, consiste en Wallace, un excéntrico inventor que cada día se las rebusca para aparecer con los inventos robóticos más estrambóticos posibles, y Gromit, su perro, que posee inusual inteligencia y un caminar antropomórfico que le sirve para ayudar a su amigo cuando los inventos se le ponen en su contra… algo que ocurre constantemente.
Las aventuras de estos dos personajes, de todas formas, datan de mucho tiempo atrás, precisamente de 1989, con el estreno de La gran excursión, cortometraje que también tuvo presencia en los Premios Oscar. Park, un creador con experiencia y enorme talento en la técnica stop motion, ya se había consagrado con el también cortometraje Creature Comforts, pero fue ese primer contacto del público con Wallace y Gromit lo que disparó hacia la popularidad una empresa que luego conquistaría al público con cintas como Pollitos en fuga y Lo que el agua se llevó. Luego de muchos años de estreno en salas, Aardman se decantó por Netflix para estrenar de forma internacional sus recientes secuelas: Granjagedón, secuela de Shawn el cordero que combinaba la comedia de la granja con una invasión alienígena, y esta nueva entrega de la creación más emblemática de la compañía.
Wallace y Gromit: La venganza se sirve con plumas es apenas el segundo largometraje de estos personajes, aunque su historia parte de uno de sus antiguos cortometrajes: Wallace diseña un nuevo invento, un gnomo de jardín robótico que sirve de asistente de casa, y todo marca bien hasta que un insólito villano, Plumas McGraw, un pingüino con un guante en la cabeza, trama un siniestro plan para que los gnomos se vuelvan malvados y la reputación del inventor quede en la ruina. Será trabajo de la entrañable dupla el revertir los planes de McGraw y vencerlo de una vez por todas.
Los films de Aardman tienen una virtud doble: son lo suficientemente bonitos para atraer a los niños, a la vez que poseen una enorme inteligencia en los guiones para divertir a los adultos a través de un humor lleno de doble sentido y referencias culturales. Esta nueva entrega de Wallace y Gromit también tiene esa virtud, siendo una notable aventura familiar que consigue conquistar al espectador de cualquier edad. A propósito del estreno, pudimos preguntarle a sus directores, Nick Park y Merlin Crossingham, sobre las dificultades para hacer una película de stop motion en 2024.
Merlin Crossingham: No creo que encuentres nunca a un cineasta que diga que es fácil hacer despegar una película y hacerla.
Nick Park: No.
MC: Creo que siempre es un desafío para todos.
NP: Conocemos a tanta gente que está luchando, y la atmósfera actual, así que nos sentimos muy, muy, muy afortunados.
MC: Sí.
NP: Poder tener una idea y hacer la película con la que has soñado, con una visión, nuestra visión. Y que respeten [los productores] mucho nuestra visión también, estoy muy agradecido por eso, mucha gente daría su brazo derecho por eso.
MC: Y sobre el cine stop motion sí, es difícil, pero también es… la animación es casi extrañamente la parte fácil.
NP: Supongo que ayuda que Wallace y Gromit tengan una larga trayectoria, ya sabes. Eso ayuda mucho, la gente sabe lo que está obteniendo. Y la técnica es una parte intrínseca del humor y el encanto y todo.
MC: Y la técnica en sí es difícil. Incluso con la animación, es bastante complicado porque nuestros animadores solo tienen una oportunidad de animar una toma; no pueden volver atrás y repetirla, ajustarla y cambiarla. Así que hay mucha presión sobre nuestro equipo de estudio para que haga las cosas bien a la primera. Pero en Aardman somos muy afortunados de tener a los mejores del mundo para hacer una película como esta y nos sentimos inmensamente agradecidos de poder pedirles lo que hacemos y de que nos lo entreguen. Y en tantas áreas diferentes: lo que se ve en pantalla, pero también todo lo que sucede detrás de escena. Hacer una película como esta es muy difícil, pero, en realidad, me encanta ese desafío. Es realmente…
NP: Sí, y mucha gente piensa que «Oh, si fuera CGI, podría ser mucho más rápido de hacer y, por lo tanto, menos costoso». Pero en realidad es lo mismo, ya sabes. Depende del nivel de calidad que quieras, en realidad. Y obviamente mantenemos las cosas a un cierto nivel, pero no nos importan las imperfecciones, ya sabes. Nos encantan las huellas dactilares, así que tenemos una especie de libertad en eso, así que… no sé cómo se compara con otras películas, pero no es más lento hacer stop-motion de ninguna manera.
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