Adelantando Halloween

Cuanto más nos acercamos a la aprobación de las firmas por parte

de la Corte Electoral más se aviva el fuego del caldero político local.

Faltan cinco meses aproximadamente para que haya referéndum.

Partidarios y opositores de los 135 artículos de la LUC ya largaron.

Todo parece indicar que el nivel de discusión va a ser muy pobre.

Se tiran bolazos y mentiras a troche y moche desde ambos bandos.

Que el ministro del Interior afirme que si se deroga la LUC van a ser

liberados un montón de presos, parece ser muy poco responsable.

Que Mujica diga que el gobierno hace terrorismo es muy grave.

Que Graciela Bianchi pida al MEC la intervención de FUCVAM por

su publicidad para el referéndum, considero que es un disparate

Que, en el spot por el SI, se afirme que se corre el riesgo de que se

privatice la escuela pública cae en publicidad sumamente engañosa

Escuchar al senador Sergio Botana decir que si se deroga la ley no

se va a poder caminar por las calles, es pura campaña de miedo.

Intimidar a la gente con el desalojo exprés, dando a entender que

todos los inquilinos pueden correr ese riesgo, es faltar a la verdad.

Estos son solo algunos de los múltiples ejemplos que he escuchado

o leído en los últimos tiempos, por parte de tirios y troyanos.

Parece que nuestros políticos se engancharon con la nueva

tradición y salen a asustar gente como si fuera noche de brujas.

Falta información seria para que la población pueda decidir.

Si no se arma un debate con nivel, con argumentos sólidos, sin

chicanas, slogans y consignas, terminamos en la ley de la selva.

Seamos claros, esto recién empieza y son temas complejos que a

la mayor parte de la población les resultan ajenos y distantes.

Si se convierte en una lucha de hinchadas, a favor y en contra del

gobierno, se desgasta gravemente la herramienta del referéndum.

Apostemos a la discusión profunda que construya ciudadanía.

No permitamos que el marketing le gane al debate político.

Alfredo García