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Avanazar o retroceder, esa es la cuestión por Ignacio Martínez

Avanazar o retroceder, esa es la cuestión por Ignacio Martínez
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Por momentos, la campaña ha tomado características de farándula con niveles de poca altura intelectual y escasas ideas. Que me dijo, que te dije, que vos tal cosa y vos tal otra. Desde el FA, entre otros planos, se impone hacer énfasis, una y mil veces, en lo que se hizo. La memoria puede decidir votos.
Durante 15 años hubo un crecimiento ininterrumpido de los ingresos del país. Descendió la pobreza y la indigencia como nunca antes. El salario real creció 55% en los años frenteamplistas. Las jubilaciones siempre estuvieron por encima de la inflación, año tras año. El INE afirmó que en el 2014 la pobreza fue del 9.7%, la más baja de los últimos 30 años. Fuimos el país con mayor inclusión social en todos los ámbitos (diversidad, trabajadores rurales, trabajadoras domésticas) El ingreso de estudiantes del interior a la UdelaR aumentó 631% desde el año 2000 a 2017. El sistema de cuidados fue una inversión fundamental para ancianos, ciudadanos con dificultades y niños. Las ceibalitas fueron una revolución informática para toda la educación. El Sistema Nacional Integrado de Salud amplió la cobertura a sectores históricamente desplazados, ignorados. De eso tenemos que hablar.
¿Tuvimos problemas? Muchos. ¿Hay factores claves pendientes? Muchos. Desde las cárceles, el lavado de dinero, el narcotráfico y la basura, hasta la pobreza con carita de niños y de adolescentes, para nombrar los más urgentes.
Sin embargo, cuando recuerdo las promesas que nos hizo el presidente Lacalle, no tengo más que indignarme. No van a subir los impuestos. Subieron. Se terminará con el narcotráfico. Pero aumentó a cifras y hechos que lindan con lo mafioso, con cargamentos en Bélgica y en Portugal procedentes de nuestro puerto, entre otras cosas. La seguridad que se prometió no existe y se ha incrementado la inseguridad en nuestras calles, así como la violencia en general. ¿Vivienda? Poco y nada, con una exministra que sigue reivindicando su clientelismo y su corrupción. ¿Comercio con el exterior? Mucho ruido y viajes y promesas, pero pocas nueces. ¿Trabajo? Mieres sigue inflando cifras con el empleo informal y carenciado. ¿El trabajo en las cárceles? Cada vez peor… y aclaro, el FA tampoco pudo resolver este problema social, pero la realidad es que la reincidencia es real, y la reinserción y recuperación no existen. No ha habido interés en tomar ejemplos muy importantes como la comunidad creada en Punta de Rieles por los mismos privados de libertad, cuya propuesta de emprendimientos da dividendos, enseña, corrige actitudes y da hábitos laborales, entre otras cosas. Tampoco se continuó con el proceso de recuperación y reinserción que encararon empresas y sindicatos en el 2012-2013 que dio lugar a la experiencia recogida en el libro “Yo también tengo mi historia”.
¿La salud? Han debilitado el Sistema Nacional Integrado de Salud. El sistema de cuidados lo han desmantelado.
La conectividad digital y la fibra óptica fue un enorme avance del FA, pero este gobierno y sus voceros más mediocres sólo se preocuparon de atacar a Cosse y al ANTEL Arena como si fuera la peor inversión que, sin embargo, disfruta y le sirve a toda la ciudadanía.
La Reforma Educativa no significó ningún avance significativo de proyección. Al contrario. Fue desde el 2005 que el salario real docente creció un 90% y la inversión por estudiante aumentó un 244%. Pero falta mucho. Debemos llegar al 6% del PBI y más inversión en cultura y en investigación. Muchos programas de diversas materias se han empobrecido.
Hay gente valiosa en todos los partidos. También hay de las que sólo militan por el cargo o por la ubicación en la lista y se cambian de grupo y de partido como de boliche. Para muchas cosas se imponen diálogos entre todos, planes y voluntades políticas del mayor alcance. Pero puntos de partida tiene todas las cosas y cada uno de nosotros debe pensar muy bien qué va a vota. La cuestión es entre detener este retroceso y avanzar en serio; entre cambiar la pisada para beneficiar a las grandes mayorías o seguir retrocediendo y beneficiando sólo de los malla oro. Para muestra vale un botón: es inadmisible que, con el ingreso de cuantiosas ganancias para el país, como dicen, haya más de 150.000 niñas niños y adolescentes que viven hoy debajo de la línea de pobreza en Uruguay (dato de UNICEF).

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